¡Buenos días!
Muy agradables estas últimas jornadas, no sé si tanto como deliciosas, dada la frescura térmica que ya nos hizo olvidar pasadas calorinas, por momentos casi que infernales del ya acabado tórrido verano pasado, con su sol no demasiado abrasador gracias a la muy fresca y abundante brisa y a las contenidas temperaturas, entre los 9ºC de este amanecer y los 21ºC previstos para hoy por los madriles. Donde desde luego sí que hay delicias a raudales, al menos para mí, es en estos matutinos, especie de jardín del edén, donde se me antoja imposible meterme en jardín alguno, porque aquí todo es posible, dado que es el mundo de mi imaginación el que predomina.
Antes de ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Las delicias del jardín" (2025), de Fernando Colomo, y con él mismo, Pablo Colomo, Carmen Machi, Antonio Resines, Brays Efe, María Hervás, Carolina Verd, Cumelén Sanz, y Luis Bermejo. De este veteranísimo director, que debutó en el largo en 1977, había visto algo más de la mitad de ellos, en concreto tres de los de este siglo, "Antes de la quema" (2019), "El próximo oriente" (2006) y "Al sur de Granada" (2003), y bastantes más de los del anterior.
Un reconocido y muy veterano pintor, que ahora está en su período abstracto, básicamente porque no puede pintar figurativamente como antes debido al temblor en su mano, lo que oculta a todo el mundo, incluso a su exesposa, también galerista y representante de su obra, a instancias de esta, y dada su crisis económica al borde de la bancarrota, también artística, pues no vende ni un cuadro últimamente, se presenta a un concurso, con una muy buena dotación económica, consistente en versionar con estilo moderno la obra de "El jardín de las delicias" (1500-1505) de El Bosco. Su hijo, también pintor, que acaba de regresar de un viaje de sanación espiritual por India, también sin blanca, le ayudará en la tarea, tratando ambos de solventar mientras tanto sus diferencias paternofiliales, sea en lo personal, lo artístico, y demás ámbitos.
Película interesante a ratos, en otros no tanto (nota: 5), aun así divertida y chispeante por momentos, que pone en solfa el mundillo del arte y sus triquiñuelas, y a sus advenedizos, que también podría verse como una comedia paternofilial que con bastante ironía nos muestra ciertos absurdos de la vida (los dos actores protagonistas son padre e hijo en la vida real), y que también habla sobre las distintas formas de ver el mundo que nos rodea por parte de ambas generaciones... de hecho, otra obra que se menta e influye en la película es la de "Saturno devorando a su hijo" (1820-1823) de Francisco de Goya, una de sus pinturas negras. Todo muy natural y autobiográfico, pero matizado con la pátina de sorna que envuelve esta obra.
Ahora pasemos al delicioso jardín de la sabiduría ajena, donde he dejado estas citas con la esperanza de que prendan en nuestras entendederas y quizá nos libren de meternos en innecesarios jardines:
- "Si el orden satisface la razón, el desorden hace las delicias de la imaginación". (Paul Claudel).
- "Cada hombre está eternamente obligado, en el curso de su breve vida, a elegir entre la esperanza infatigable y la prudente falta de esperanza, entre las delicias del caos y las de la estabilidad". (Marguerite Yourcenar).
- "Es delicioso dar con alguien que acepte las pequeñas ironías como expresiones de la mayor seriedad". (Aldous Huxley).
Besos y abrazos,
Don.
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