lunes, 14 de febrero de 2022

Matutino de regaliz

¡Buenos días!

Regalo feliz el que me hacen estos mis bien amados matutinos con solo estar conmigo cada mañana que se tercia, toda una regalía para mí en porciones mañaneras, pura golosina de la que disfruto cual recién adolescente picado de acné, cuando todo se vive con una intensidad tal que ya no volverá a sentirse así con el paso del tiempo. Vuelve a salir el sol tras el nublado fin de semana que no dejó caer ni una gota de las pronosticadas por los madriles... alguien se las debió de beber antes de llegar por aquí. La máxima prevista para hoy será de 13ºC.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Licorice pizza" (2021), de Paul Thomas Anderson, y con Alana Haim, Cooper Hoffman, Sean Penn, Tom Waits, Bradley Cooper, Ben Safdie, y Maya Rudolph. De este director había visto seis de sus ocho anteriores largos: la magistral "Magnolia" (1999), "Embriagado de amor" ("Punch-drunk love", 2002), "Pozos de ambición" ("There will be blood", 2007), "The master" (2012), "Puro vicio" ("Inherent vice", 2014), y "El hilo invisible" ("Phantom thread", 2017).

Año 1973 en una localidad californiana. Un adolescente de 15 años se enamora perdidamente de una joven unos años mayor que él y que conoce en el instituto. Se lanza a por ella con desparpajo e inician una peculiar relación con diversos vaivenes, soñando y corriendo juntos (o separados), uniéndose para diversos proyectos empresariales más o menos extravagantes que el avispado chaval va pergeñando, creciendo a medida que se van enamorando más profundamente el uno del otro, sin ser muy conscientes de ello al principio.

Buena película (nota: 6), que me gustó menos de lo que esperaba, a tenor de las expectativas que me creé tras ver su tráiler promocional, con las intrínsecas maneras de narrar de su director y guionista. Historia que exhala optimismo y ganas de vivir, de amores y emociones juveniles, de sus vivencias de descubrimiento casi que iniciático y de maduración, de sus ideales y sueños de vida futura, viviendo con sus brazos y corazones abiertos de par en par, siempre confusos. Comedia romántica muy poco o nada convencional, con algunos momentos sueltos realmente maravillosos, gracias al magnetismo que rezuman sus dos protagonistas, muy especialmente ella, realmente encantadora.

Ahora unas pocas porciones de sabiduría ajena que os regalo, de entre las que por ahí encontré:

 - "El regalo de la felicidad pertenece a quienes lo sacan de su envoltorio".  (Anónimo).

 - "Un corazón es una riqueza que no se vende ni se compra, pero que se regala".  (Gustave Flaubert).

 - "[...] Estás enamorado. Se ríe de tus versos.
Tus amigos se van, estás insoportable.
¡Y una tarde, tu adorada, se digna en escribirte...!
Y esa tarde... te vuelves al café, luminoso,
pides de nuevo jarras llenas de limonada...
Con diecisiete años no puedes ser formal,
cuando los tilos verdes coronan la alameda".  (Arthur Rimbaud).

Besos y abrazos,

Don.

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