lunes, 11 de marzo de 2024

Razonable posibilidad de amorcitos matutinos

¡Buenos días!

Hay nula probabilidad, o casi, según las previsiones meteorológicas, de que hoy caiga alguna precipitación por los madriles, tras las muchas de este pasado fin de semana bastante desapacible, en este despertar mañanero lejos de la helada (7ºC), bastante nuboso, con algún asomo de sol que irá a más a lo largo de una jornada en la que se espera una máxima de 14ºC. Así que ante estas expectativas meteorológicas no queda otra que augurar, con mucho fundamento por mi parte, que volveré a enamorarme, no sé si hasta las trancas, pero desde luego no poco, recogido en el cariñoso regazo de este matutino, pequeños momentos tan grandes.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Los pequeños amores" (2024), de Celia Rico Clavellino, y con María Vázquez, Adriana Ozores, y Aimar Vega. Es el segundo largo de su directora tras "Viaje al cuarto de una madre" (2018).

Una mujer, 42 años, profesora de matemáticas en un instituto de Madrid, debe renunciar a sus vacaciones de verano en Estados Unidos, donde iba a pasar unos días con un amigo que allí está y con el que mantiene una relación afectiva, pues su madre, que vive sola junto con su perro en una casa de campo, ha sufrido un accidente mientras paseaba y se ha roto una pierna, y se siente en la obligación de cuidarla. Es verano, hace mucho calor, y la convivencia cotidiana durante esos días hará que sus pequeñas desavenencias por casi todo, hasta por las cosas más nimias, vayan matizándose poco a poco, y que tenga que replantearse su situación hasta ahora y como encarará lo que está por venir.

Otra espléndida película de su directora (nota: 8), que compone un díptico con la anterior, la de su debut, otra relación entre madre e hija, cuajada de íntimas confesiones, tan natural como la vida misma, especie de continuación, unos 20 años después, de la anterior historia. Deliciosa, sutil, detallista, hermosa, entrañable, simpática, que me hizo reír sin ser de reír, con esas cosas de madre tan universales y, en contrapartida, con esas cosas tan de hija, esta historia sobre cómo se nos echa el tiempo encima, algunos de nuestros pasados sueños se fueron desvaneciendo, y nuestras expectativas empiezan a tener una posibilidad poco definida.

Ahora es seguro que llega la sabiduría ajena, a la que tanto quiero, con sus citas, pequeñas perlas que encierran tanta sabiduría, terminando con una de la directora de la película hoy glosada:

 - "Razonar: sopesar probabilidades en la balanza del deseo".  (Ambrose Bierce).

 - "Probablemente no exista mayor logro humano que merecer amor al final".  (Paul Auster).

 - "Aprendemos a ser sabios, más por el fracaso que por el éxito. Con inusitada frecuencia averiguamos lo que convendrá, descubriendo lo que no conviene y, probablemente, el que nunca cometió un error jamás descubrirá nada".  (Samuel Smiles).

 - "A algunas hijas sin hijos nos asusta la idea de envejecer solas, sin nadie que nos asista si nos lesionamos una pierna o la casa arde en llamas. Tener hijos tampoco es garantía de nada; no se les trae al mundo para conseguir el salvoconducto del amor y cuidados incondicionales. Sin embargo, ahí están. Y el retintín de una antigua cantinela sigue sonando como un eco procedente del viejo mundo: si no tienes descendencia, ¿quién va a cuidar de ti cuando seas mayor?..."  (Celia Rico Clavellino).

Besos y abrazos,

Don.

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