miércoles, 13 de marzo de 2024

Estelar improvisación matutina

¡Buenos días!

El sol amarillo luce, entre tenues neblinas, en este amanecer nada helador, lo que hará subir la máxima hasta los previstos 18ºC para hoy por los madriles. La radiante jornada primaveral de hecho parece que no se saldrá de la partitura marcada por la estación. Así que otra mañana más, nada de improviso, me pongo a interpretar, solo yo, sin acompañamiento, a este matutino que irradia luz multicolor en mi ser conforme, tecla a tecla, voy desgranando sus notas según van sonando en mi cabeza. Tampoco espero exitosa ovación por ello, me basta con la propia satisfacción de haberlo conseguido al son de la noche iluminada por titilantes lucecitas, que no radiantes luceros, muy inspiradoras.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una de anime, de animación japonesa, "Blue giant" (2023), de Yuzuru Tachikawa, basada en el manga homónimo (2013) de Shinichi Ishizuka. Es la primera película que veo de su director, cuyo título hace referencia a las gigantes azules, estrellas de enorme luminosidad.

Un joven de 18 años deja su vida en su pequeña ciudad natal y se traslada a Tokio con la ilusión de convertirse en el mejor saxofonista de jazz del mundo, para lo que lleva practicando unos pocos años. Para sorpresa de su mejor amigo de la infancia, que está allí estudiando en la universidad, se instala en el apartamento de este, dado lo muy caro de los alquileres en la capital. Ensaya y ensaya y frecuenta bares y demás locales jazzísticos, donde conoce a otro joven, pianista también aficionado al jazz. El amigo, tras escuchar a los otros dos, se aficiona a la música, y aunque no sabe nada, decide aprender a marchas forzadas a tocar la batería y forman un trío con la esperanza (y la obstinación) de triunfar lo antes posible. Cada uno interpreta la música de manera diferente, el saxofonista de modo intuitivo y emocional, el pianista buscando la perfección técnica, y el inexperto batería es todo entusiasmo y tesón. Los tres en conjunto buscarán la excelencia musical.

Muy buena película (nota: 7) que, sin embargo, durante sus dos primeros tercios de metraje no acababa de engancharme, me parecía regularcita y poco o nada interesante, tanto por la historia, como por su puesta en escena y estilo de animación, a pesar de algún que otro puntual momento de cierto interés y de la muy buena música (siempre); pero durante el último tercio me fascinó, pues se vino arriba, muy arriba, tanto por su, ahora sí, arrebatado estilo de animación como por la propia historia y unos cuantos éxtasis musicales perfectamente reflejados por la animación. Por supuesto, maravillosa banda sonora de la compositora y pianista Hiromi Uehara. Historia de superación y maduración vital, y de honda amistad, a veces, sobre todo al principio, exagerada y excesiva (al estilo nipón) en lo melodramático. Las escenas musicales, casi psicodélicas, en las que los intérpretes animados se esfuerzan sobremanera, casi que sufren agónicamente, como en estado de sudoroso trance, fueron realmente fascinantes. Por cierto, si fuerais a verla, no salgáis de la sala en cuanto empiecen los créditos finales pues os perderíais la bonita coda tras ellos.

Ahora, nada improvisadamente, ahí os dejo estas citas de sabiduría ajena, que espero refuljan en nuestras sinapsis neuronales:

 - "Las improvisaciones son mejores cuando se las prepara".  (William Shakespeare).

 - "Suelen hacer falta tres semanas para preparar un discurso improvisado".  (Mark Twain).

 - "Para tener éxito, la planificación sola es insuficiente. Uno debe improvisar también".  (Isaac Asimov).

Besos y abrazos,

Don.

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