Cuando
tras salir del sobre esta mañana, hace un rato, traté de atisbar lo
inconmensurable a mi alrededor, incluso de lo que me rondaba por la cabeza, las
pertinaces legañas enturbiaron mi loable empeño, o eso creía, pues acabó de
cegarse a pesar de las consabidas abluciones mañaneras que le siguieron. Todas
estas sensaciones se reforzaron al salir a la calle, con la gris nubosidad que
todavía sigue cual boina sobre nosotros y nos dificulta el discernir claramente
nada de nada del infinito vacío cósmico que nos circunda. A lo más que llego es
a que este matutino se hará finito después de los besos y abrazos.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Sobre lo infinito"
("Om det oändliga"), de Roy Andersson, y con un montón de actores
perfectamente desconocidos para mí. De este veterano director sueco había visto
sus dos anteriores películas, las más recientes, "Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia" ("En duva satt på en gren och funderade på
tillvaron", 2014), y "La comedia de la vida" ("Du levande", 2007).
No
hay argumento que valga en esta película, tan solo es una sucesión de escenas
cotidianas inconexas, más o menos intranscendentes, que tratan de reflexionar
sobre la vida y sus vacíos, y sobre la condición humana (mucho suponer), a
través de una atónita mirada con cierto deje de absurda socarronería.
Como
también me sucedió con sus anteriores trabajos, este caleidoscopio de retablos
vivientes, pero poco, me aburrió mucho y casi nada me dijo (nota:
3), me pareció bastante infumable, apenas nada discerní de lo que
pretendía hacerme llegar, salvo leves destellos en los que me reí
episódicamente y puede aprehender algo, y menos aprendí. Al menos me regalé la
vista con unas exquisitas imágenes, que más parecían pinturas, pura filigrana
de tan cuidados y bellísimos encuadre y composición que me imagino hicieron
perder la paciencia a más de uno durante el rodaje amenazando con quebrar la
quietud que se trataba de plasmar en pantalla.
Ahora
toca finalizar este matutino con unas citas de sabiduría ajena, de las que
espero saquemos en claro algo más, tarea muy fácil, que lo que saqué de esta
película:
- "Nuestro conocimiento es necesariamente
finito, mientras que nuestra ignorancia es necesariamente infinita". (Karl Popper).
- "Porque, ¿qué es al fin el hombre en la
naturaleza? Nada, comparado con el infinito; todo, comparado con la nada; un
término medio entre la nada y el todo".
(Blaise Pascal).
- "La nada es un infinito que nos
envuelve: venimos de allá y allá nos volveremos. La nada es un absurdo y una
certeza; no se puede concebir, y, sin embargo, es". (Anatole France).
- "Mira el mundo en tan solo un grano de
arena, mira el cielo en un campo florido, guarda el infinito en la palma de tu
mano, y la eternidad en una hora de tu vida". (William Blake).
Besos
y abrazos,
Don.
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