Imputo
a mis matutinos todos los bienes que me legan, y tomo nota de tanto bienestar
que me procuran. Y es de justicia reconocer los maravillosos y serenos días de
invierno que estamos teniendo por los madriles, con madrugadas rayanas en la
helada, y máxima prevista para hoy de 12ºC, con sol reconfortante en los
derredores del mediodía.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "El oficial y el espía"
("J'accuse"), de Roman Polanski, basada en la novela de Robert Harris
"An officer and a spy", y con Jean Dujardin, Louis Garrel, Emmanuelle
Seigner, y Grégory Gadebois. De este octogenario director, otro maestro del
cine más, he visto buena parte de su larga filmografía, y en concreto, salvo su
anterior más reciente, todas las de este siglo: "La venus de las pieles" ("La Vénus à la
fourrure", 2013), "Un dios salvaje" ("Carnage", 2011), "El escritor" ("The ghost writer", 2010),
"Oliver Twist" (2005), y "El pianista" ("The pianist", 2002).
Francia,
enero de 1895. Alfred Dreyfus, capitán del ejército francés con prometedora
carrera, de origen judío, acaba de ser degradado con deshonor y deportado a
perpetuidad al penal de una remota isla tras ser injustamente acusado de alta
traición a su país por pasarle información al ejército alemán, en un turbio
proceso judicial repleto de infundados rumores a los que se da crédito,
tergiversaciones y pruebas falsas. Un comandante, uno de los implicados en
aquella investigación, como premio es ascendido a coronel al frente de la
unidad de contra-espionaje del ejército. Poco tiempo después, investigando otro
caso de fuga de secretos, por casualidad descubre pruebas de la inocencia de
Dreyfus y al verdadero culpable. Lo eleva a sus superiores, que le recomiendan
no remover el asunto.
Una
muy buena película (nota: 7) este thriller de investigación, y judicial,
basado en hechos reales, con un desarrollo que atrapa hasta el final, que
denuncia, cosas de entonces y de ahora, eso de barrer bajo la alfombra en lugar
de mostrar la molesta verdad, debido a corrupciones judiciales, militares y
políticas que llevan a injustas sentencias basadas en fanatismos de diverso
pelaje (antisemitismo por ejemplo), hipocresías y podredumbre moral. Parece
también un ajuste de cuentas del director con sus acusadores.
Llegamos
a la sección de sabiduría ajena, y es de recibo que os deje unas cuantas citas,
a poder ser que denuncien alguna injusticia que otra:
- "Cuando la voz de un enemigo acusa, el
silencio de un amigo condena". (Ana
de Austria).
- "Es fácil moldear a un culpable a
partir de sentimientos y fantasías porque la naturaleza tiene horror al vacío,
necesitamos que se haga justicia y necesitamos encontrar un culpable, desde la
más íntima convicción. Nos decimos una verdad que parece lógica, racional,
satisfactoria y final. Y no importa cuánto duden los demás, no importa la falta
de pruebas, una vez que la convicción se insinúa, lo puede todo". (Antoine Raimbault).
- "Cuando crezcas, descubrirás que
defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres
un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores
se repitan". (Paulo Coelho).
Besos
y abrazos,
Don.
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