En
estos matutinos con meridiana claridad me veo reflejado, al menos en una parte
de mi ser, dudando a veces si ellos son yo o viceversa, resplandeciendo con y
gracias a ellos, cual si en una buena sesión terapéutica me encontrara y con
ella me trataran de mis eventuales neuras. El sol lo tiene difícil para mostrar
sus dorados reflejos entre tanta tupida nube gris que nos oscurece el día, en
el que no hay pronóstico, desde luego nada agorero, de lluvia alguna por los
madriles... tal vez en próximos días. En lo térmico, está pronosticada una
máxima de 13ºC (y mínima de 8ºC).
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "El reflejo de Sibyl"
("Sibyl"), de Justine Triet, y con Virginie Efira, Adèle
Exarchopoulos, Gaspard Ulliel, y Sandra Hüller. Es el tercer largo de esta
directora francesa, de quien había visto su anterior, "Los casos de Victoria" ("Victoria", 2016).
Sibyl
es una psicoterapeuta, ex alcohólica que acude a sesiones de alcohólicos
anónimos y a la consulta de otro compañero que la trata, y que toma la decisión
de volver a dedicarse a su pasión por escribir novelas, así que se desembaraza
de la gran mayoría de sus pacientes para poder centrarse en la escritura. Al
poco recibe la llamada de una mujer desesperada que requiere apremiantemente de
sus servicios. Es una joven actriz con una vida amorosa tan tumultuosa como la
que ella tuvo en el pasado. Viendo una oportunidad de inspiración para su
novela, acepta tratarla, y además la acompaña al rodaje que tiene entre manos,
donde la actriz y el actor principal mantienen un lío, y además este está
casado con la directora.
Película
tirando a mala (nota: 3), en la que no me gustó lo que se narraba ni
como se narraba, excesivamente abigarrada de capas de metaficción de cine y
literatura entrelazadas con la realidad, cual presunto juego de espejos, amén
de contener un lioso puzle temporal. Tampoco me interesaron lo más mínimo las
tribulaciones emocionales y existenciales de sus tres desquiciados personajes
femeninos. Salvo detallitos, como embelesarme con la actriz principal, me
irritó y aburrió a partes iguales, encontrados sentimientos que trataron de
alienarme, aunque no necesité de más tratamiento que el de una breve cabezadita
en la sala.
Pues
ahora queda seguir reflexionando con esta citas de sabiduría ajena que espero
iluminen nuestras mentes:
- "El deber del escritor es reflejar su
vida, aportar su experiencia, toda su pequeña aventura humana, todo lo que Dios
ha querido hacer con él". (William
Faulkner).
- "Si la literatura es, como parece, el
reflejo de la vida, no debe culparse al escritor que trata de levantar acta de
lo que ve, del hecho doloroso y amargo que le es dado contemplar, sin más que
descorrer los visillos de su ventana".
(Camilo José Cela).
Besos
y abrazos,
Don.
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