No
tengáis cuidado... ¿o sí? Que este matutino tan solo está representando una más
de sus funciones, convenientemente emplumado, y tratando que no lo emplumen (ni
engañen ni arresten). Y cuidando de que el plumaje no se le agüe e impida volar
doquiera ir, en este grisón día de lluvias persistentes, y ya llevamos una
semana de acuosas precipitaciones casi sin parar.
Este
fin de semana estuve en el cine viendo "Gorrión rojo"
("Red sparrow"), de Francis Lawrence, adaptación de la novela
homónima de Jason Matthews, y con Jennifer Lawrence (sin parentesco con el
director), Joel Edgerton, Matthias Schoenaerts, Jeremy Irons, y Charlotte
Rampling. Séptimo largo de este director, de quien había visto tres de sus
anteriores, "Los juegos del hambre: en llamas" ("The hunger
games: catching fire", 2013), "Agua para elefantes" ("Water for elephants",
2011), y "Soy leyenda" ("I am legend", 2007).
La
joven 'prima ballerina' del teatro
Bolshoi sufre un accidente durante la representación de una de sus obras,
lesión que la obliga a abandonar su prometedora carrera artística. Necesita
dinero para cuidar de su madre enferma, así que acepta la propuesta de su tío,
uno de los máximos dirigentes de la agencia de espionaje ruso, para trabajar
allí. Tras una primera misión en la que es engañada, se niega a seguir, pero es
obligada a ello, so pena de ser ejecutada, no sin antes asistir a un durísimo
curso donde es entrenada para manipular sexual y mentalmente a sus víctimas. Se
convierte en un gorrión rojo. Es enviada con la misión de seducir a un agente
de la CIA y conseguir descubrir el nombre del topo infiltrado dentro del
gobierno ruso con el que contacta.
Una
buena película en general (nota: 6), entretenida, de
buena factura, pero con sus más y sus menos y algún elemento que otro que me
chirrió. Film de espías, con seductora mujer de armas tomar, con suspense e intriga
y sus vueltas y revueltas, engaños y manipulaciones, toques de violencia
extrema bastante gore, y cierta carga erótica. Con su puntito de turbiedad y
dobleces, aunque no tanto en lo referente al maniqueísmo, pues los buenos y los
malos, con sus más y sus menos, están bastante claros... cerca, aunque lejos de
John Le Carré.
Ahora
unas citas de sabiduría ajena que ahí os dejo para que picoteéis entre ellas y
no os dejéis enredar:
- "Hay que ser ligero como el ave, y no
como la pluma". (Paul Valéry).
- "No soy ningún pájaro, ni nadie me ha
echado la red. Soy un ser humano con voluntad independiente que ahora ejerzo
yéndome de tu lado". (Charlotte
Brontë).
Besos
y abrazos,
Don.
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario