No
hay culpa que valga en este mundo matutino de cordial paz y armonía, así que
nada hay que perdonar, aunque si lo hubiera, con que no vuelva a repetirse me
bastaría, que un errorcillo lo tiene cualquiera. Pasado mañana entrará la
primavera de calendario, y parece que lo hará de tapadillo, pues aunque estos
últimos días del invierno están siendo cada vez menos ofensivos, e incluso hoy
parece salir el sol por entre la nubosidad, en días pasados nos mojó de lo
lindo e incluso refrescó tanto como para nevar, poco, eso sí. En cualquier caso
no se lo tendremos en cuenta, que hace lo que tiene que hacer en su momento y
así lo aceptamos, tal cual es.
Este
fin de semana estuve en el cine viendo "El insulto"
("L'insulte"), de Ziad Doueiri, y con Adel Karam, Kamel El Basha,
Camille Salaneh, Diamand Bou Abboud, y Rita Hayek. Es el cuarto largo de este
director libanés y primero suyo que veo.
Un
hombre riega las plantas de su terraza y moja accidentalmente a un capataz de
construcción que está rehabilitando los edificios de la zona por orden del
ayuntamiento. El primero es un cristiano libanés con ideas xenófobas y el
segundo un refugiado palestino. Entran en una espiral de progresivas
discusiones hasta que uno insulta al otro. Heridos en sus respectivos orgullos,
y negándose ambos a disculparse pues se creen con toda la razón, su disputa
acabará en los tribunales y, alentada por los medios de comunicación e
intereses partidistas, se extenderá al resto de la sociedad nacional, lo que
provocará una creciente alteración del orden público por altercados que van a
más entre ambas facciones.
Una
estupenda película que os recomiendo (nota: 8), no os la perdáis,
una de las cinco candidatas a mejor extranjera en los Óscar de este año, pues
lo que destila es muy edificante, tratando de buscar la conciliación en un
terreno sembrado de minas, donde nadie es ni bueno ni malo, sino ninguna o las
dos cosas a la vez. Se nos narra una cascada de hechos a partir de un incidente
trivial y cotidiano, exacerbado por la personal mochila de cada cual y la
presión del entorno, en un ambiente de heridas mal cicatrizadas.
Es
un drama judicial sobre el enfrentamiento de dos antagonistas, cual si de dos
duelistas del oeste se tratara, especie de modelo a escala de toda una sociedad
que aún no ha digerido las nefastas consecuencias de la guerra civil que sufrió
hace más de treinta años. Y esto puede extenderse a nivel universal. Además es
toda una crítica a la manipulación de medios de comunicación y de partidismos
políticos que tratan de obtener réditos económicos o de otro tipo carroñeando
lo que se tercie y con una absoluta ceguera de las nefastas consecuencias de
sus perversas acciones.
Ahora
me disculpáis, que ya voy terminando y tocan unas citas de sabiduría ajena que
espero a nadie ofendan:
- "El primer humano que insultó a su
enemigo en vez de tirarle una piedra fue el fundador de la
civilización". (Sigmund Freud).
- "Antes de censurar, siempre habría que
ver si no se puede disculpar".
(Georg Ch. Lichtenberg).
- "Meter mucho ruido a propósito de una
ofensa recibida no disminuye el dolor, sino que acrecienta la
vergüenza". (Giovanni Boccaccio).
- "La cosa más difícil es conocernos a
nosotros mismos; la más fácil es hablar mal de los demás". (Tales de Mileto).
- "La empatía no estriba solo en
escuchar, sino en formular las preguntas cuyas respuestas deben ser escuchadas.
La empatía requiere indagación e imaginación a partes iguales. La empatía
requiere saber que no se sabe nada".
(Leslie Jamison).
Besos
y abrazos,
Don.
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