lunes, 19 de marzo de 2018

Matutino de silente voz

¡Buenos días!

Luce el sol esta mañana sin ser enmudecido apenas por alguna nube despistada, pero según los pronósticos volverá a llover hoy, nevar incluso por la sierra, bastante, en pocas horas, aunque no creo que nos ahogue el agua, pues ya por la tarde volverá el sol a salir, antes de esconderse sosegadamente por poniente, a dar bocanadas y a insuflarnos alientos de vida con su cariñosa comprensión.

Este fin de semana estuve en el cine viendo una de animación, un anime, adaptación de un manga de Yoshitoki Oima, "A silent voice" ("Koe no katachi"), de Naoko Yamada. Es el tercer largo de esta directora nipona, y primero suyo que veo.

Una estudiante de primaria que es sorda de nacimiento llega a un nuevo colegio y enseguida empieza a sufrir acoso por parte de sus compañeros, especialmente de uno de ellos, y ella se verá obligada de nuevo a cambiar de escuela. Seis años después, ya en el último curso de instituto, tras haber aprendido el lenguaje de signos, él decide acudir a verla para disculparse por sus malas acciones en el pasado.

Una muy buena película (nota: 7), con sus más y sus menos, con algunos momentos en que me desconcertó ligeramente y otros verdaderamente sublimes. Mezclando dibujo animado clásico y digital, trufada de ensoñaciones, barnizada de silente poesía y melancolía, y siempre con la exquisita sensibilidad nipona que todo lo envuelve, se nos narra esta historia sobre adolescentes y su complejo mundo sentimental, pleno de matices, siempre buscando la aceptación grupal, centrada algo más en las tribulaciones del que acosó, pero sin olvidar a quien fue su víctima en el pasado, todo con una femenina mirada muy empática sobre los egos y sus circunstancias. Además, se va cociendo a fuego lento una delicadísima historia de amor adolescente cuyos tímidos hervores son rotos de cuando en cuando por excesivas culpabilidades, de uno y otro lado. Por esto de los poéticos amoríos primerizos me recordó vagamente a otro film de anime que vi el año pasado, "Your name" ("Kimi no na wa", 2016) de Makoto Shinkai, que me gustó algo más.

Pues antes de enmudecer para daros besos y abrazos, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena, que bien podría haber comenzado con la última del matutino de ayer sobre la empatía:

 - "Fue en aquellos largos y solitarios años donde mi hambre por la libertad de mi propio pueblo se convirtió en hambre por la libertad de todos, blancos y negros. Yo sabía que el opresor tiene que ser liberado de la misma manera que el oprimido. Un hombre que restringe de esa forma la libertad de otro ser humano es un prisionero del odio, el prejuicio y la estrechez mental. Tanto el opresor como el oprimido ven robada su humanidad".  (Nelson Mandela).

 - "Me he arrepentido muchas veces de haber hablado; jamás de haber callado".  (Xenócrates).

 - "Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta".  (Ralph W. Emerson).

 - "La respuesta suave calma la ira, así como el aceite calma las olas. Esta respuesta suave, casi en voz baja, lenta y buena es una de las empresas más difíciles de este mundo".  (Noel Clarasó).

Besos y abrazos,

Don.
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