¡Buenos
días!
Otra
mañana más que vengo esperanzado a que me acojan los matutinos, y lo hacen como
siempre, con su infinita bondad, maravillosos los mire por el lado que los
mire, antes o después de atravesarlos, cual Alicia a través del espejo. Como
también le pasa a estos pletóricos días de primavera que parecen ir más allá,
atravesar sus límites en busca de quien sabe qué, hasta casi hasta abrazarse
con el todavía lejano verano de calendario, que para hoy tenemos 27ºC de máxima
prevista por los madriles.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "El otro lado de la esperanza"
("Toivon tuolla puolen"), de Aki Kaurismäki, y con Sherwan Haji y
Sakari Kuosmanen. De este peculiar director finlandés había visto anteriormente
los tres más recientes de sus muchos largos: "El Havre" ("Le Havre", 2011), "Luces al atardecer" ("Laitukaupungin valot",
2006) y "Un hombre sin pasado" ("Mies vailla
menneisyyttä", 2002).
Un
joven inmigrante sirio llega a Helsinki como polizón en un buque de carga. Se
presenta a la policía y solicita asilo, que le es denegado, y escapa, viviendo
en la calle. Un cincuentón anodino y aburrido con su vida deja a su mujer y su
empleo como autónomo comercial que vende camisas tienda a tienda para montar un
bar-restaurante. Entre los cubos de basura del local se cruzan los caminos de
ambos y tras un encontronazo el segundo le ofrece al primero techo, comida y
trabajo.
Una
buena película (nota: 6), con todos los elementos propios del muy
genuino estilo de este cineasta, planos estáticos, personajes (perdedores)
hieráticos y lacónicos, peculiar sentido del humor, con mucha sorna, y mirada
marciana sobre los absurdos de la vida. Segunda parte, tras su anterior film,
de una trilogía que tiene proyectada sobre refugiados en ciudades portuarias
europeas, en la que se pone en solfa el abotargamiento de esta nuestra sociedad
occidental, bastante aletargada en general y particularmente insensible con las
penalidades de los migrantes forzosos, que hoy son ellos, pero mañana podríamos
ser nosotros (ya lo fuimos en el no muy lejano pasado).
Ahora
unas citas de sabiduría ajena que, espero, nos ayuden a ver por todos los lados
las múltiples facetas de la realidad que nos rodea:
- "La esperanza hace que agite el
náufrago sus brazos en medio de las aguas, aun cuando no vea tierra por ningún
lado". (Ovidio).
- "La prosperidad no existe sin temores
ni disgustos, ni la adversidad sin consuelos y esperanzas". (Francis Bacon).
- "Manos que no dais, ¿qué
esperáis?". (Refrán).
- "La vida tiene un lado sombrío y un
lado brillante. De nosotros depende elegir el que más nos plazca". (Samuel Smiles).
- "A la gente le da todo igual; mientras
no le tiren la basura del otro lado de la tapia, ni le llegue el olor de
podredumbre a la terraza, se puede hundir el mundo en mierda". (Rafael Chirbes).
Besos
y abrazos,
Don.
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