miércoles, 12 de abril de 2017

Progenitor matutino

¡Buenos días!

Ese debo de ser yo, que los gesto cada mañana, con gesto adormilado las más de las veces, y así me salen como me salen, aunque intento encauzarlos para que no desparramen en demasía, como me parece que estoy haciendo con este ya desde el mismo principio. Desde luego, jamás me desentiendo de ninguno de los de mi progenie. La primavera sigue casi de verano con los 27ºC de máxima prevista también para hoy, y con sol a raudales que desparrama sus simientes de vitalidad.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El hijo de Jean" ("Le fils de Jean"), dirigido por Philippe Lioret, basado en la novela de Jean Paul Dubois "Si ce livre pouvait me rapprocher de toi" ("Si este libro pudiese acercarme más a ti"), e interpretado por Pierre Deladonchamps, Gabriel Arcand, Catherine de Léan. De este director francés tan solo había visto uno de sus anteriores films, "Welcome" (2009).

Un treintañero parisino, separado y con un hijo, recibe una llamada telefónica de Canadá en la que un desconocido le comunica que su padre biológico, de quien nada sabía, acaba de fallecer y que le ha dejado un paquete a su nombre. El desconocido, amigo íntimo del fallecido, le pide su dirección para enviárselo. Picándole la curiosidad, decide viajar personalmente para recoger el paquete, acudir al entierro, y conocer a sus hermanastros. Una vez allí, recibido por el amigo del fallecido, este le aconseja que no revele a la familia su condición de hijo del muerto.

Una muy buena película (nota: 7), con la que pasé un muy agradable rato, básicamente por el tono con que trata el tema central de la película: la búsqueda del padre biológico ausente, cosa que no acabo de entender pues yo soy más de andarme por las ramas que de enredarme en buscar raíces, y que cuando se trata en los films estos suelen tirarme para atrás, pero no en este caso, drama familiar muy contenido y sutil, incluso con emotividad, pero en las antípodas de blandorros melodramas de lágrima fácil que son la norma en estos casos. Sin ser una historia de novela negra, como las que escribe el protagonista, hay suspense, un cadáver sin aparecer ahogado en un lago (el padre) y secretos que van aflorando a la superficie poco a poco y sugerentemente, en la que silencios y miradas dicen más que las palabras.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, con las que a lo mejor encontramos nuestros orígenes, o quizá no haga falta:

 - "Exigir a los progenitores, para respetarlos, que estén libres de defectos y que sean la perfección de la humanidad es soberbia e injusticia".  (Silvio Pellico).

 - "Las gentes que nunca se preocupan por sus antepasados jamás mirarán hacia la posteridad".  (Edmund Burke).

 - "En cuestión de árboles genealógicos es más seguro andarse por las ramas que atenerse a las raíces".  (Jacinto Benavente).

Besos y abrazos,

Don.
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