domingo, 5 de febrero de 2017

Cartográficos retazos matutinos

¡Buenos días!

Bien podrían ser los matutinos esto mismo, alborotadas teselas del mosaico de mí mismo. Algún día no sé si alguien se entretendrá en ordenarlas, conseguir trazar una buena infografía vital, y pueda sacar algo en claro. Yo, desde luego, no podría, me falta perspectiva, la que tendría si pudiera salir lo suficientemente lejos de mi propio centro geodésico, y orbitar alrededor de él. Otros tendrán que ser los que rescaten mi memoria cuando me olvide de mi mismo.

Parece que dejaron de caer minúsculos y acuosos retales de nubes, pero pronto estas se desharán, en cuantito que salga el sol, y junto con el ventarrón que todavía hay, se evaporarán los perecederos mapas de charcos creados, y volverán a recomponerse de otro modo de cara a venideras lluvias, en continua evolución en su perpetua sucesión espacio-temporal.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo la obra "El cartógrafo", escrita y dirigida por Juan Mayorga, y con Blanca Portillo y José Luis García Pérez. De este autor, y más recientemente, director teatral, había visto una magistral película francesa inspirada en su obra "El chico de la última fila" (2006), "En la casa" ("Dans la maison", 2012) de François Ozon; y también la versión que hizo de la inconclusa obra de teatro de Georg Brüchner "Woyzeck" (1837).

En la actualidad, la esposa de un diplomático de la embajada española en Varsovia, cuyo matrimonio está en crisis, escucha la leyenda de un mapa que un viejo cartógrafo judío y su nieta, todavía niña, trazaron del gueto de Varsovia en el que fueron recluidos durante la ocupación nazi. La tomará por cierta y procederá a una obsesiva búsqueda del viejo mapa. De camino, terminará por trazar el de su propia vida pasada y apagados recuerdos.

Estupenda obra (nota: 8), drama de prolijo conocimiento cartográfico que rememora el horror que allí y entonces se vivió, de puesta en escena radicalmente minimalista, que requiere de esfuerzo por parte del espectador para su comprensión, por el enmarañado de diversas situaciones dispersas por el espacio y el tiempo, brillantísimamente tramadas por el autor, dejando flecos al aire que el espectador debe terminar de anudar, y que cobran lúcido sentido al final. Las interpretaciones de ambos actores, que representan diversos personajes cada uno, excelentes, muy especialmente para mí ese portento de actriz total que es Blanca Portillo, por todo, por voz, por expresividad facial, y por encima de todo, y sin ningún aspaviento, por una expresividad corporal superlativa, que casi la transformaba físicamente en los personajes que interpretaba.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que representan la esencia del pensamiento de otros:

 - "El mundo, para nosotros, es representación, como decía Schopenhauer; no es una realidad absoluta, sino un reflejo de ideas esenciales".  (Pío Baroja).

 - "Los recuerdos tienen más poesía que las esperanzas, como las ruinas son mucho más poéticas que los planos de un edificio en proyecto".  (Jacinto Benavente).

 - "La belleza artística no consiste en representar una cosa bella, sino en la bella representación de una cosa".  (Immanuel Kant).

Besos y abrazos,

Don.
_____

No hay comentarios: