jueves, 2 de febrero de 2017

Matutino de acogida

¡Buenos días!

Cuando me siento perdido, cual desvalido cachorrito lejos de su madriguera, corro a refugiarme de las inclemencias en estos matutinos, donde me siento acariciado y mimado casi como en mi casa, y tras los besos y abrazos de despedida, parto de nuevo a buscar lo que sea menester, ya con otro estado de ánimo, mucho más reconfortado. En el día de hoy parece como si el ya casi olvidado y perdido otoño regresara a la casa del invierno, en este muy lluvioso y gris día, estabilidad térmica entre 7 y 10ºC (mínima y máxima) para hoy, sin frío helador por tanto, a no ser las eventuales destemplanzas provocadas por las ráfagas de un viento que cada vez arrecia más.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Lion", de Garth Davis, y con Dev Patel, Sunny Pawar, Rooney Mara (como siempre, toda ella un primor), Nicole Kidman, y David Wenham. Basado en una historia real, es el primer largo de este director australiano.

Un niño de cinco años que vive con su madre y dos hermanos en la más extrema probreza en una remota aldea de la India, jugando con su hermano mayor se pierde y se queda dormido dentro de un tren vacío, que le alejará más de mil kilómetros de su hogar, hasta la megalópolis de Calcuta. Deambulará y sobrevivirá solo por las atestadas calles durante varios meses, y tras varias vicisitudes acabará en un orfanato, desde donde será adoptado por un matrimonio australiano. Veinticinco años después, con la ayuda de Google Earth, se empeñará en reencontrarse con su familia biológica a pesar de sus muy difusos recuerdos.

Una muy buena película (nota: 7), a la que acudí con cierta prevención por sus posibles sobredosis melodramáticas, dada la historia contada, pero me encontré una cinta muy comedida, muy bien narrada, con tempo reflexivo, y con unas estupendas banda sonora y fotografía. Incluso me emocionó con sincera naturalidad en un par de escenas. Además, me gustó mucho más su primera parte, cuando las desoladas peripecias del perdido chavalín, casi sin diálogos de por medio, toda una excelente experiencia cinéfila, y toda una denuncia de la situación de montones de críos del tercer mundo, abandonados a su suerte, y de la miseria moral en su derredor y algo más allá. Viaje de ida y vuelta de pérdidas y reencuentros, incluso con uno mismo, con quien se es o quiere ser.

Ahora, por si os diera la sensación de estar perdidos, un par de citas de sabiduría ajena que he encontrado por ahí, aunque nada desvalidas:

 - "La felicidad es la certeza de no sentirse perdido".  (Jorge Bucay).

 - "No hay placer comparable al de encontrar un viejo amigo excepto el de lograr uno nuevo".  (Rudyard Kipling).

Besos y abrazos,

Don.
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