miércoles, 22 de febrero de 2017

Sosegado libre albedrío matutino

¡Buenos días!

Otra soleada mañana de ¿invierno?, con algo de brisa, alguna nube en el cielo y máxima prevista para hoy por los madriles de 18ºC, más bien de encendida primavera, que invita a retozar tranquilamente... ¡qué carajo!, cual loca cabritilla por entre sotos y prados, y a disfrutar con entera libertad de lo que nos toca vivir, sin más ataduras que las que nos queramos poner a nosotros mismos, a veces más prietas y agobiantes que las del resto, con sus expectativas sobre nosotros, que suelen condicionar nuestras elecciones.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Hedi, un viento de libertad" ("Inhebek Hedi"), de Mohamed Ben Attia, y con Majd Mastoura, Rym Ben Messaoud, Sabah Bouzouita, Hakim Boumessoudi, y Omnia Ben Ghali. Es el primer largo de este director tunecino.

Hedi es un tímido y apocado veinteañero que trabaja como agente comercial de un concesionario de coches, y que en menos de una semana va a casarse con la muy guapa novia que le buscó su madre y con la que lleva tres años de prometido. Pero en su viaje de trabajo de esa semana, se enamora de una de las animadoras del hotel en que se aloja, todo un flechazo, lo que le hará replantearse toda su hasta ahora resignada vida, profundamente desmotivado e insatisfecho con su situación laboral y personal, más dirigida por su tradicional madre metomentodo que por él mismo, e intentará rebelarse.

Una muy buena película (nota: 7), plena de silencios del introvertido protagonista, cuyo nombre significa calma, tranquilidad, que empezó no enganchándome demasiado, cosas de sus pocos aderezos formales, pero que conforme avanzaba fue ganando enteros para mí. Historia de un tipo bastante anodino, pelín ingenuo al principio, de su amor fulgurante y arrebatado, metáfora de todo un país, Túnez, y su primavera agostada que no acaba de florecer, que se debate entre trasnochadas tradiciones que les lastran pero que hacen sentir aparente seguridad y sus deseos de libertad que provocan miedo al abismo por no saber si sabrán volar libremente o caerán vertiginosamente.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, soplos de aire fresco para nuestras entendederas, que las calmen cuando vayan a encenderse, y las reactiven cuando amaguen conformismo:

 - "El río Guadalquivir
se quejaba una mañana:
me tengo que decidir
entre Cazorla y Doñana
y no sé cómo elegir".  (Rafael Alberti).

 - "¿Qué hombre inteligente si le dieran a escoger entre vivir sin rosas o vivir sin berzas no correría a asegurar las berzas?".  (George Bernard Shaw).

 - "Cada elección tiene su anverso, es decir, una renuncia, por lo que no hay diferencia entre el acto de elegir y el acto de renunciar".  (Italo Calvino).

 - "Del cielo es la inclinación;
el sí o el no todo es mío;
que el hado en el albedrío
no tiene jurisdicción".  (Juan Ruiz de Alarcón).

Besos y abrazos,

Don.
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