¡Buenos
días!
Otra
mañana más en la que desfilo por los matutinos, breve entreacto de mis
quehaceres cotidianos, intermedio en el que dejo fluir mis desvaríos,
divirtiéndome, tratando de remendar eventuales dolencias anímicas para volver
saneado a la refriega del día a día. Y hoy, sí que sí, asoma el sol, intervalo
entre pasados días de nubosidad, nieblas y lloviznas, y los que están por venir
de más de lo mismo, con unos desmedidos 15ºC de máxima, totalmente
descolocados, y que nos descolocan, cual si este invierno no fuera real, una
especie de show para embobarnos, y que nos hacen dudar de en qué estación
estamos realmente, si en esta o en aquella. Así no hay manera de adaptarse a
clima alguno... o a lo mejor esto nos prepara para lo que sea, por absurdo que
parezca, quien sabe.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Billy Lynn"
("Billy Lynn's long halftime walk"), de Ang Lee, basada en la novela
homónima de Ben Fountain, y con Joe Alwyn, Steve Martin, Kristen Stewart,
Garrett Hedlund, Vin Diesel, Chris Tucker, y Makenzie Leigh. De
este excelentísimo director de origen chino he visto la mayoría de sus films, a
saber, "La vida de Pi" ("Life of Pi", 2012), "Deseo, peligro" ("Se, jie", 2007), "Brokeback mountain (En terreno vedado)"
("Brokeback mountain", 2005), "Hulk" (2003), "Tigre y dragón" ("Wo hu cang long", 2000), "Cabalga con el diablo" ("Ride with the
devil", 1999), "La tormenta de hielo" ("The ice storm",
1997), "Sentido y sensibilidad" ("Sense and
sensibility", 1995), y "El banquete de boda" ("Xi yan"
/ "The wedding banquet", 1993). Además de estos que vi, me quedan
otros tres largos suyos por ver.
Año
2004. Billy Lynn, joven soldado de 19 años, se convierte en héroe de la guerra
de Irak al captar incidentalmente una cámara su acción de intentar salvar a su
sargento de una muerte segura en medio de una emboscada en la que su comando
había caído. Él y todo su pelotón son llevados temporalmente a Estados Unidos
para una breve gira promocional y una intervención en el descanso de un partido
de fútbol americano en el día de acción de gracias. Y de vuelta para la guerra.
Una
buena película (nota: 6) que, sin embargo, no acabó de ser redonda para
mí. Es como si le faltara algo, a pesar de la buena historia, su vidriosa
retranca sarcástica, y las innovadoras técnicas usadas: 3D, fotografía a 120
imágenes por segundo, el quíntuple de lo normal, y resolución a 4k, la primera
cinta en la que estas tres técnicas se conjugan a la vez... pero aquí en España
se ha distribuido en formato normalito, así que no podremos apreciar estos
avances técnicos que tratan de dar la mayor sensación posible de irreal hiperrealidad.
Destila
antibelicismo, pero se pone de parte de los soldados. Nos habla de sus secuelas
básicamente anímicas y su difícil readaptación a la vida civil ordinaria, que
ven absurda, ruidosa, caótica y sin sentido, de otro modo, o del mismo, que de
por sí ya lo es la misma guerra. Descarnada sátira de la infantiloide sociedad
estadounidense, ignorantes de la realidad de las guerras en las que se
embarcan, o les embarcan algunos de sus mezquinos empresarios y políticos,
mediatizada por los mass media que casi todo lo convierten en atracción de
feria, programas y espectáculos basura donde todo simula burdo oropel. En
cierto modo, algunas situaciones me recordaron ciertos pasajes de "Banderas de nuestros padres" ("Flags of our
fathers", 2006) de Clint Eastwood.
Bueno,
pues antes de acabar este intermedio promocional y que podáis seguir viendo, y
viviendo, la película de vuestra auténtica existencia, os invito a que os deis
un paseo por entre estas citas de sabiduría ajena:
- "Ver un asesinato por televisión puede
ayudarnos a descargar los propios sentimientos de odio. Si no se tienen
sentimientos de odio, podrán obtenerse en el intervalo publicitario". (Alfred Hitchcock).
- "No todos podemos ser héroes. Alguien
tiene que quedarse a un lado aclamándolos al pasar". (William Rogers).
- "Uno cree que muere por la patria y
muere por los industriales".
(Anatole France).
- "La guerra es un juego que los reyes,
si sus súbditos fueran inteligentes, no jugarían jamás". (William Cowper).
Besos
y abrazos,
Don.
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