¡Buenos
días!
Bueno,
sí, al final haré un somero análisis formal de sus partes esenciales, aunque
nada que no sepáis, así que no lo hago, no vaya a ser que se me desparramen y
lo pringue todo, por lo que si queréis conocerlas no tenéis más que leer
vosotros mismos la sección de este blog "¿Qué son los matutinos?" -en la columna
derecha, arriba-... y, ¡cuidadito!, no me la desmembréis. El intenso frío de
estos días de helador invierno canónico parece conservarnos perfectamente, tan
bien, que ni formol será necesario para que lleguemos en lozana plenitud a la
resurrección primaveral.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "La autopsia de Jane Doe"
("The autopsy of Jane Doe"), de André Øvredal, y con Brian Cox y
Emile Hirsch. Es el primer largo que veo de este director noruego, y el primero
suyo fuera de su país natal.
En
un pequeño pueblo de Virginia, en la escena de un sangriento crimen, uno de los
cuerpos, el de una joven desconocida, aparece sin el más leve signo de
violencia aparente. Es llevado a la morgue y allí el forense y su aprendiz, que
también es su hijo, empiezan a diseccionarlo metódicamente para tratar de
averiguar la causa de la extraña muerte. Poco a poco van apareciendo evidencias,
a cada cual más extraña e inconexa con la anterior, sin la más lógica
explicación.
Una
película que nada me dijo (nota: 4), aunque muy bien
hecha sin excesivos medios, con algunos toques de gratificante humor negro al
principio, con sus sustos de rigor, y con sus momentos gore, pero sin más
truculencia que la que una autopsia real pueda tener. No soy amigo del género
de terror, muchísimo menos si contiene fenómenos "para anormales",
por pocos que sean, como en este caso, aunque a veces vea algunas de este tipo,
que incluso me gustan mucho (las menos) si en ellas subyace algún tipo de
mensaje interesante para mí y me destilan sugestivas reflexiones. Este no fue
el caso. Así que solo parece destinada para zombis aficionados al género del
terror, aunque el listón de calidad de esta esté bastante por encima de la
media.
Ahora
algo de sabiduría ajena con estas citas, herramientas que nos pueden ayudar a
analizar lo que nos rodea, lo aparentemente visible e invisible:
- "Si no conozco una cosa, la
investigaré". (Louis Pasteur).
- "La razón no es otra cosa que el
análisis de lo que se cree". (Franz
Schubert).
- "Una vez descartado lo imposible, lo
que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad". (Arthur Conan Doyle).
Besos
y abrazos,
Don.
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario