¡Buenos
días!
Aquí,
el rey de los matutinos debo ser yo, y el que parte y reparte se lleva la mejor
parte (probablemente la del león), que dice el dicho, pero no, que mi reparto
de matutinos es totalmente gratuito y todos pueden disfrutar de ellos, si les
place. Por lo demás, este invierno que pasado mañana nos dice adiós, en el
calendario, no ha sido demasiado abusón con nosotros, salvo algunos días
sueltos, lo que se lo permitimos para que crea que hace de nosotros peleles con
tiritera, aunque más bien los titiriteros somos nosotros, que nos manejamos a
la perfección haga el clima que haga. Hoy con 14ºC de máxima prevista y cada
vez más nubes conforme avance la mañana, hasta las lluvias que comenzarán esta
tarde y seguirán el fin de semana y primeros días de la Semana Santa, según las
previsiones.
Antes
de ayer por la tarde estuve en el teatro viendo un musical.
Se trató de "El rey león" ("The lion king"), dirigido
por Julie Taymor, adaptación del conocido film de animación homónimo de la
Disney de 1994, dirigido por Rob Minkoff y Roger Allers, que ya vi en su día.
La directora de este musical también lo es de cine, de quien había visto sus
tres primeros largos (tiene dos más), a saber, "Across the Universe" (2007), "Frida" (2002), y "Titus" (1999).
Nace
un cachorrito de león que, cuando crezca, será el nuevo rey de la sabana. De
momento, su padre reina con magnanimidad, aunque acechado por las insidias de
su hermano que no cesa de poner en problemas al leoncito para que desaparezca.
Con la ayuda de unas hienas, consigue asesinar a su hermano y ordena matar al
heredero, que huye sin ganas de volver, apesadumbrado porque cree que ha sido
el culpable de la muerte de su padre. En su destierro conoce a dos amigos que
le enseñan a vivir despreocupadamente. Pero ya mayor volverá para recuperar su
trono.
Una
obra (nota: 5) que si bien es realmente un espectáculo total,
pues es más que teatro, con música, canción, danza, guiñol, sombras chinescas y
teatro negro (como el de Praga), salvo momentos no me conmovió. Está más bien
enfocado como espectáculo infantil, con argumento bastante trivial y simplón, y
son meritorios sus aspectos artísticos y técnicos, pero bastantes diálogos y
parlamentos eran confusos y poco vocalizados, fue demasiado ruidosa en general
(le sobraba volumen en muchos momentos), como también lo fue el entusiasmado
público (aforo a rebosar) que a la primera oportunidad no cesaba de dar palmas,
aplaudir, jalear y demás. De los momentos a rescatar destacaría los portentosos
ritmos africanos, coros incluidos, que me sonaban a música sudafricana (la del
país de Nelson Mandela) y me emocionaron, una de las canciones de convencional
musical, algunas marionetas, como las del pájaro protagonista, o la del
fascinante guepardo, y las máscaras, especialmente las de los leones padre y
tío del leoncito, todos, impresionantes artilugios.
Ahora
algo de sabiduría ajena, que seguro nos viene bien para defender nuestros derechos
con convicción y que no nos pisen:
- "Ver que los ardides del zorro triunfan
sobre la justicia del león, lleva al creyente a dudar de la
justicia". (Khalil Gibran).
- "No es tan fiero el león como lo
pintan". (Refrán).
- "El perrito faldero sospecha que todo
el universo conspira para cogerle el sitio". (Rabindranath Tagore).
- "El verdadero héroe lo es por error.
Sueña con ser un cobarde honesto, como todo el mundo". (Umberto Eco).
- "Un ejército de ciervos dirigido por un
león es mucho más temible que un ejército de leones mandado por un
ciervo". (Plutarco).
- "La unión en el rebaño obliga al león a
acostarse con hambre". (Proverbio
africano).
Besos
y abrazos,
Don.
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