miércoles, 9 de marzo de 2016

Estrepitoso matutino a prueba de bombas

¡Buenos días!

Nada de ruido, calma, silencio, es lo que reina en estos matutinos mientras se me susurran y los escribo, da igual el estruendoso fragor que pudiera haber allende, que nada parece afectarnos cuando nos ensimismamos en nuestros pensamientos, rumiándolos antes de plasmarlos. Por lo demás, parece que el invierno vuelve a irse suavizando poco a poco antes de que le estalle ante sus narices la primavera, en los alrededores, no sé si antes o después, del equinoccio por venir. 12ºC de máxima previstos para hoy por los madriles.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El amor es más fuerte que las bombas" ("Louder than bombs"), de Joachim Trier, y con Gabriel Byrne, Jesse Eisenberg, Devin Druid, Isabelle Huppert, Amy Ryan, y David Strathairn. Es el tercer largo de este director noruego, de quien había visto su anterior, "Oslo, 31 de agosto" ("Oslo, 31 august", 2011).

Va a celebrarse una exposición conmemorativa de una afamada reportera gráfica de guerra, fallecida tres años antes en un accidente de tráfico. El hijo mayor, que acaba de ser padre, acude a la casa familiar donde viven su padre y su hermano adolescente menor. Aprovechando la visita, el padre trata de reconectar con su hijo menor, cada vez más distanciado y ausente, mientras ambos hermanos deberán tratar de reconciliarse con los recuerdos, todavía muy presentes, que cada uno tiene de su madre.

Especie de drama psicológico que no me llegó ni dijo gran cosa (nota: 5), a pesar de algún que otro buen momento y de sus muy buenas maneras formales, que podrían haber servido para hacer una gran película según mi parecer. Narrado de manera no cronológica, a retales, con flashbacks de recuerdos, especie de mistificación de lo que verdaderamente fue, o de oníricas ensoñaciones, nos habla de soterrados derrumbes emocionales no superados tras los años, especialmente en el caso de los hijos, como en trance anímico, pues el padre parece estar en trance de rehacer su vida. También de relaciones paterno-filiales y fraternales, de crisis de adolescencia, y de juventud que se abruma ante nuevas responsabilidades, de las dificultades para gestionar adecuadamente las emociones por los continuos recuerdos de quien ya no está, de la diferente manera que cada cual tiene de afrontar tales pérdidas. El título parece hacer referencia al traumático shock, a la explosiva y estruendosa devastación tras la pérdida y las reverberaciones que no cesan tiempo después y es difícil superar.

Ahora algo de sabiduría ajena, que tal vez aporte algo de serenidad para mejor enfrentarnos a los impactos que nos depare nuestro devenir vital:

 - "La vida es un cuento narrado por un idiota, lleno de sonido y furia que nada significa".  (William Shakespeare).

 - "Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La paz".  (Albert Einstein).

 - "El verdadero combate empieza cuando uno debe luchar contra una parte de sí mismo. Pero uno sólo se convierte en un hombre cuando supera estos combates".  (André Malraux).

 - "El mundo está lleno de sufrimiento pero también de superación del mismo".  (Helen Keller).

Besos y abrazos,

Don.
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