miércoles, 30 de marzo de 2016

Amorosos anhelos matutinos

¡Buenos días!

Con todo el cariño del mundo llego cada mañana a mis deseados matutinos, a quienes tanto quiero, donde gracias a sus graciosas hadas y ninfas no me aburro, dándome razones para seguir disfrutando allende ellos, cuando vuelva a mi cotidiana existencia donde, con los pies en el suelo, sigo flotando entre ideales ensoñaciones de lo más variopintas a las primeras de cambio, transitando naturalmente por la difusa línea que separa realidad y ficción, sin perder la noción de ambas... eso espero. La primavera sigue de dulce, con máxima prevista de 20ºC por los madriles, lejos de la helada, justo antes del bajón térmico de unos ocho grados pronosticado para mañana y siguientes días. Carpe diem, sin esperar siquiera a futuras mejorías.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Primavera en Normandía" ("Gemma Bovery"), de Anne Fontaine, y con Fabrice Luchini y Gemma Arterton. Está basada en el cómic homónimo (en versión original) de Posy Simmonds, también coguionista junto a la directora (y otro más), de quien anteriormente había visto dos de sus films, "Dos madres perfectas" ("Adore", 2013), y "Cocó, de la rebeldía a la leyenda de Chanel" ("Coco avant Chanel", 2009).

Un maduro profesor de literatura parisino, hastiado de la ajetreada vida urbanita, lleva varios años regentando la tahona familiar, junto a su mujer, en el pequeño pueblo de Normandía en el que nació. Siente profunda admiración por la obra de Gustave Flaubert, muy especialmente por "Madame Bovary". Su plácida y rutinaria vida pueblerina se ve alterada por la llegada de un matrimonio inglés a la casa de al lado, cuyos nombres y apellidos le recuerdan a los protagonistas de su idolatrada novela. Al instante queda fascinado y atraído por la mujer, de cautivadora belleza y exuberante sensualidad, que a sus obnubilados ojos se comporta tal cual la heroína romántica de Flaubert, por lo que, obsesionado con ella, se afanará en tratar de impedir su trágico destino.

Una película que se deja ver (nota: 5), a ratos interesante, dispersa otros, momentos de aburrimiento incluidos. Muy cómicos, lo mejor del film, el modo de morir la protagonista, y el final del film, que da pie a una nueva ensoñación literaria del panadero. La historia está contada a través de su mirada, cual voyeur, atónito espectador de las aventuras extramaritales de la magnética y hermosa vecina, que rezuma sensualidad por todos sus poros, por la que se vuelve loco desde el principio.

Me recordó, puesto que lógicamente tiene similitudes con ella al estar basada en otro cómic de Posy Simmonds, a otro film, a "Tamara Drewe" (2010) de Stephen Frears, y porque además comparten la misma actriz protagonista; y también a la brillantemente genial "En la casa" ("Dans la maison", 2012) de François Ozon, no sólo porque comparten el actor principal, sino porque también va de literaria y fisgona obsesión de su personaje, confundiendo realidad y ficción, casi hasta la quijotesca sorbida de seso.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos ayuda a manejar cabalmente realidad y ficción, hoy toda con citas de Flaubert:

 - "No lean, como hacen los niños, para divertirse o, como los ambiciosos, para instruirse. No, lean para vivir".  (Gustave Flaubert).

 - "El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He aquí por qué se nos escapa el presente".  (Gustave Flaubert).

 - "Ten cuidado con tus sueños; son las sirenas de las almas. Ellas cantan, nos llaman, las seguimos y jamás retornamos".  (Gustave Flaubert).

 - "El corazón es una tierra que cada pasión conmueve, remueve y trabaja sobre las ruinas de las demás".  (Gustave Flaubert).    

Besos y abrazos,

Don.
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