¡Buenos
días!
No
son pocas las veces que dudo de mi discernimiento, pero por mi propia bondad
suelo absolverme de tales pecados, tal vez por ser juez y parte, tal vez porque
no merezca la pena deliberar sobre tales trivialidades, por un quítame allá
esas pajas, que mis eventuales pajas mentales tampoco merecen tanta
consideración. Tampoco juzgaré hoy a este invierno que casi ha prescrito, pues
en este domingo equinoccial lo hará. Hoy, parecido a ayer, con 16ºC de máxima
prevista por los madriles y alguna dubitativa nube juzgando si velar el sol o
no.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Tribunal"
("Court"), de Chaitanya Tamhane, y con Vivek Gomber, Vira Sathidar,
Geetanjali Kulkarni, y Pradeep Joshi. Es el debut en el largo de este director
indio.
En
Bombay un anciano que se dedica a la docencia, antiguo activista político, y
que canta en festivales populares de los barrios canción protesta a base de
sones tradicionales, es acusado y detenido porque la letra de uno de sus poemas
musicados indujo al suicidio de un trabajador de las alcantarillas de la ciudad
tras haber acudido a una de sus representaciones. Entrará en un largo y
proceloso proceso judicial, pleno de demoras e irregularidades, casi kafkiano,
donde deberá demostrar su inocencia en lugar de probarse su presunta
culpabilidad, en un escenario de total incompetencia institucional.
Una
película (nota: 5) que a pesar de sus buenas maneras y de la
loable denuncia social que conlleva, no consiguió entusiasmarme. A través del
pintoresco caso judicial mostrado, que más parece un pretexto para meter en la
cárcel a alguien crítico con el sistema, por sus ideales, se hace un retrato de
esa muy clasista sociedad en su estado natural, de un modo casi documental, a
través de los juicios en ese país, sin nada de pompa ni grandilocuencia, con un
sistema judicial inepto e irracional, y un arcaico sistema legal, pleno de
incompetencia burocrática e injusticia social; amén de las vidas cotidianas
tanto del abogado defensor como las de la fiscal y del juez.
Ahora
algo de sabiduría ajena que nos ayude a mejor enjuiciar lo que nos rodea,
poniendo en duda lo que sea menester:
- "Más importa dar a los hombres buenas
costumbres que leyes y tribunales".
(Conde de Mirabeau).
- "Hay que juzgar los sentimientos por
los actos, más que por las palabras".
(George Sand).
- "Es mucho más difícil juzgarse uno
mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte correctamente serás un
verdadero sabio". (Antoine de
Saint-Exupéry).
Besos
y abrazos,
Don.
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