lunes, 7 de marzo de 2016

Matutino de porcelana

¡Buenos días!

En esta mañana fría y algo desapacible llueve, pero poco, así que poco barro habrá con el que poder hacer algún lozano cacharro de loza, que espero no se rompa cuando menos lo esperemos. La máxima prevista para hoy es de 10ºC, y hace algo de viento, aunque no el suficiente como para zarandearnos cual atontados peleles que no saben donde van, quizá guiados por invisibles hilos de los que no somos muy conscientes.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo "Muñeca de porcelana", versión de Bernabé Rico sobre la obra homónima de David Mamet ("China doll", escrita y estrenada en 2015, en Nueva York), dirigida por Juan Carlos Rubio, e interpretada por José Sacristán y Javier Godino. David Mamet, además de dramaturgo, es novelista, ensayista, y guionista y director de cine. Hasta ahora había visto varios de los films escritos por él para otros, todos en las dos últimas décadas del pasado siglo; y también uno de los que dirigió (y escribió): "El último golpe" ("Heist", 2001).

Un multimillonario magnate, decide jubilarse y dedicarse por entero a su joven prometida, a quien le acaba de comprar un lujoso avión como regalo de boda. En su último día en la oficina, justo antes de reunirse con ella, y mientras instruye a su joven ayudante para que se haga cargo de sus negocios, recibe una llamada de última hora que tal vez le obligue a cambiar de planes.

Una buena obra de teatro (nota: 6), con un omnipresente y estupendo Sacristán, este alegato contra los malolientes lodos del poder, políticos y económicos, y sus corruptas interacciones, barros con los que, sin embargo, pueden hacerse bellas porcelanas, si se quiere. Poder que maneja los hilos de nuestra sociedad desde invisibles trastiendas, y en el que a veces unos se devoran a otros, como Saturno a sus hijos. Historia de un tipo que, ya cansado y fielmente enamorado, quiere dejar atrás sus pasadas miserias, pero no le dejan, van a por él, por un "sistema de tejemanejes" del que él mismo fue destacadísimo partícipe. La obra se articula a base de una sucesión de conversaciones telefónicas del protagonista, contrapunteadas con algunas charlas con su ayudante.

Ahora algo de sabiduría ajena que nos haga más resistentes a posibles roturas y nos permita manejarnos a nuestro antojo, sin la guía de los oscuros intereses de otros:

 - "Los hombres, en general, no son sino marionetas maltratadas por un titiritero".  (Giovanni Papini).

 - "Los hombres son como vasijas de barro, que no valen sino por lo que guardan".  (Enrique Larreta).

 - "Pocos sospechan al percibir la primera fisura en una pieza de porcelana que esa delgada línea basta para hacerla estallar".  (Nuria Barrios).

Besos y abrazos,

Don.
_____

No hay comentarios: