¡Buenos
días!
En
esta mañana fría y algo desapacible llueve, pero poco, así que poco barro habrá
con el que poder hacer algún lozano cacharro de loza, que espero no se rompa
cuando menos lo esperemos. La máxima prevista para hoy es de 10ºC, y hace algo
de viento, aunque no el suficiente como para zarandearnos cual atontados
peleles que no saben donde van, quizá guiados por invisibles hilos de los que
no somos muy conscientes.
Este
fin de semana estuve en el teatro viendo "Muñeca de porcelana",
versión de Bernabé Rico sobre la obra homónima de David Mamet ("China
doll", escrita y estrenada en 2015, en Nueva York), dirigida por Juan
Carlos Rubio, e interpretada por José Sacristán y Javier Godino. David Mamet,
además de dramaturgo, es novelista, ensayista, y guionista y director de cine.
Hasta ahora había visto varios de los films escritos por él para otros, todos
en las dos últimas décadas del pasado siglo; y también uno de los que dirigió
(y escribió): "El último golpe" ("Heist", 2001).
Un
multimillonario magnate, decide jubilarse y dedicarse por entero a su joven
prometida, a quien le acaba de comprar un lujoso avión como regalo de boda. En
su último día en la oficina, justo antes de reunirse con ella, y mientras
instruye a su joven ayudante para que se haga cargo de sus negocios, recibe una
llamada de última hora que tal vez le obligue a cambiar de planes.
Una
buena obra de teatro (nota: 6), con un omnipresente
y estupendo Sacristán, este alegato contra los malolientes lodos del poder,
políticos y económicos, y sus corruptas interacciones, barros con los que, sin
embargo, pueden hacerse bellas porcelanas, si se quiere. Poder que maneja los
hilos de nuestra sociedad desde invisibles trastiendas, y en el que a veces
unos se devoran a otros, como Saturno a sus hijos. Historia de un tipo que, ya
cansado y fielmente enamorado, quiere dejar atrás sus pasadas miserias, pero no
le dejan, van a por él, por un "sistema de tejemanejes" del que él
mismo fue destacadísimo partícipe. La obra se articula a base de una sucesión
de conversaciones telefónicas del protagonista, contrapunteadas con algunas
charlas con su ayudante.
Ahora
algo de sabiduría ajena que nos haga más resistentes a posibles roturas y nos
permita manejarnos a nuestro antojo, sin la guía de los oscuros intereses de
otros:
- "Los hombres, en general, no son sino
marionetas maltratadas por un titiritero".
(Giovanni Papini).
- "Los hombres son como vasijas de barro,
que no valen sino por lo que guardan".
(Enrique Larreta).
- "Pocos sospechan al percibir la primera
fisura en una pieza de porcelana que esa delgada línea basta para hacerla
estallar". (Nuria Barrios).
Besos
y abrazos,
Don.
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