¡Buenas tardes!
Tras las turbias neblinas
mañaneras, más o menos tras el mediodía se nos ha iluminado el cielo de un
gratificante sol, emborronado por algunas nubes, que invita al paseo
vespertino, ya sabéis el refrán, "mañanitas de niebla, tardes de
paseo". Pero antes de liberarme paseando me aprisiono, con mi propio
consentimiento, en este mundo matutino, hoy vespertino, cosas del fin de semana
y sus trasnochadas, para narraros la justicia poética que a veces creo que
encierran, como la de mis bien amadas hadas y ninfas, que siempre me liberan de
cualquier malestar que pudiera acaecerme.
Este fin de semana estuve en
el cine viendo una espléndida, y dura película, que os recomiendo si no vais
solo al cine a pasar un buen rato. Se trató de "Prisioneros"
("Prisoners"), de Denis Villeneuve, y con Hugh Jackman, Jake
Gyllenhaal, Viola Davis, María Bello, Terrence Howard, Melissa Leo, y Paul
Dano. De este director canadiense había visto hasta ahora su anterior film,
"Incencies" (2010),
imprescindible, otro portento de película, también durísima y
recomendabilísima, y algo mejor para mí que la que voy a glosar hoy.
En el Día de Acción de
Gracias dos familias vecinas se reúnen en casa de una de ellas para celebrarlo.
Las niñas pequeñas de ambos matrimonios salen a jugar a la calle y desaparecen.
Lo denuncian a la policía, y el detective encargado del caso detiene a un
posible sospechoso que es liberado enseguida por falta de pruebas, mientras
prosigue con su metódica investigación. Ante la aparente inoperancia policial,
uno de los padres, un hombre religioso, acostumbrado a solucionar sus propios
problemas, seguro de sí mismo, y que se cree que puede defender a su familia
ante cualquier contratiempo, se autoconvencerá de que tiene la verdad de su
parte y se tomará la justicia por su mano.
Sobresaliente película,
absorbente thriller, pleno de intriga, suspense, tensión, y algunas sorpresas;
y también oscuro, turbio, ambiguo, una historia sin buenos ni malos, con
violencia, sobre los acallados, casi nada más nacer, dilemas morales de los
verdugos que justifican sus malas acciones en nombre de Dios o de cualquier
otro "alto" valor moral, con el consecuente alivio para sus
conciencias (una forma como otra cualquiera de ceguera). Historia de un hombre,
de una familia, que en realidad se refieren, soterradamente, a la de todo un
país, Estados Unidos, y a hechos recientes tan inmorales e innombrables como el
de Guantánamo, aberrante situación de la que parece una sutil, a la par que
demoledora, crítica.
Ahora algo de sabiduría
ajena, que justo libera nuestras mentes:
- "Nunca se alcanza la verdad total, ni
nunca se está totalmente alejado de ella".
(Aristóteles).
- "Un hombre está dispuesto a creer
aquello que le gustaría que fuera cierto".
(Sir Francis Bacon).
- "La religión está en el corazón, no en
las rodillas". (Douglas Williams
Jerrold).
- "Los espíritus ciegos son propensos a
creer que la justicia y la misericordia son enemigas;
sin embargo, las almas inteligentes saben con certidumbre que son amigas,
y las iluminadas saben que están perfectamente
unidas". (Ernesto Hello).
- "Cuando era niño, me contaron que si
eres fuerte debes ser justo y bueno, pero en Estados
Unidos no es así, aunque tampoco es peor que las demás naciones. La gente es
la misma en todos los lados y Bush no creo que sea mejor que los
demonios de los que habla". (Lars
von Trier).
- "Cuando un hombre pide justicia es que
quiere que le den la razón".
(Santiago Rusiñol).
- "Ningún vencido tiene justicia si lo ha
de juzgar su vencedor". (Quevedo).
- "Los hombres no son prisioneros del
destino, sino prisioneros de su propia mente". (Franklin D. Roosevelt).
- "Nuestras convicciones más arraigadas,
más indubitables, son las más sospechosas. Ellas constituyen nuestro límite,
nuestros confines, nuestra prisión".
(Ortega y Gasset).
- "Fue en aquellos largos y solitarios
años donde mi hambre por la libertad de mi propio pueblo se convirtió en hambre
por la libertad de todos, blancos y negros. Yo sabía que el opresor tiene que
ser liberado de la misma manera que el oprimido. Un hombre que restringe de esa
forma la libertad de otro ser humano es un prisionero del odio, el prejuicio y
la estrechez mental. Tanto el opresor como el oprimido ven robada su
humanidad". (Nelson Mandela).
Besos y abrazos,
Don.
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario