lunes, 2 de junio de 2008

Limbo y purgatorio matutino

¡Buenos días!

Me siento como si estuviera en el limbo, con lo que no me quedará otra que refugiarme en la ribera del Arlanzón a ver si se me pasa, que todos los caminos conducen a ella, incluso los de los que tienen algo que purgar, como yo, que allí se está también, y tan bien, en la gloria y se cura cualquier eventual sufrimiento que nos aqueje. Por lo demás, nubes y claros, más nubes grises que claros, algún amago de llovizna o chaparrón, y frescas y agradables temperaturas primaverales.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Antes que el diablo sepa que has muerto" ("Before the devil knows you're dead"), de Sidney Lumet, y con Philip Seymour Hoffman, Ethan Hawke, Marisa Tomei, y Albert Finney. Este estupendo título está sacado de un proverbio o refrán irlandés que dice: "Ojalá que pases 30 minutos en el cielo ... antes que el diablo sepa que has muerto". Muy buena película en general, aunque a partir de la segunda mitad mejoró notablemente, en la que el título es casi mejor que la película. Es un thriller de atracos perfectos (en realidad, "ferpectos", en el sentido de la película de Álex de la Iglesia "Crimen ferpecto") que deviene en tragedia familiar, echando luz sobre unas turbias relaciones familiares, haciendo estallar por los aires una familia ya de por sí casi rota ... toda una tragedia con reminiscencias clásicas (mitos griegos).

Dos hermanos, uno bastante decidido y alto ejecutivo de una inmobiliaria con problemas de politoxicomanía, el otro bastante dubitativo y que emplea casi todo su sueldo en la pensión alimenticia para su hijo y ex-esposa, ambos con problemas de dinero, deciden atracar la joyería familiar. Un plan perfecto, sin riesgos (el seguro pagará lo robado), sin emplear armas de fuego, que se transforma en chapucero y fallido. Pero esos pequeños detalles impredecibles, a modo de efecto mariposa, desencadenan todo un torbellino de fatalidad. Por esto de los dos hermanos con anhelos de riqueza fácil, de la fatalidad, y de las diferentes maneras de enfrentarse ambos a las situaciones, recuerda a una estupenda película de Woody Allen, "Cassandra's dream", su última a la espera de la que está a punto de estrenarse.

Una dura y despiadada historia sobre como las consecuencias de nuestros errores llevan a destrozar la vida de otros, sobre la fatalidad del destino. Una historia de venganza paterna ante la impotencia de no haber podido educar correctamente a la prole. Un relato fragmentado en el tiempo, con unos actores realmente soberbios.

Pues ahora pasemos por el purgatorio de la sabiduría ajena, que seguro nos pulirá esas imperfecciones vitales que todos arrastramos:

- "Los defectos en la vida crean los errores en el cerebro". (William Cowper).

- "Hombre inteligente es el que sabe ser tan inteligente como para contratar gente más inteligente que él". (John F. Kennedy).

- "Los pequeños actos que se ejecutan son mejores que todos aquellos grandes que se planean". (George Marshall).

- "La pobreza no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos". (Anónimo).

- "A la pobreza le faltan muchas cosas; a la avaricia, todas". (Publio Siro).

- "Soy un hombre. Por tanto, todos los diablos habitan en mi corazón". (Chesterton).

- "Es extraña la ligereza con la que los malvados creen que todo les saldrá bien". (Edmund Burke).

- "Nuestra juventud gusta del lujo y es maleducada, no hace caso a las autoridades y no tiene el menor respeto por los de mayor edad. Nuestros hijos son unos verdaderos tiranos. Ellos no se ponen de pie cuando una persona anciana entra. Responden a sus padres y son simplemente malos". (Sócrates, 470-399 a.C.).

Besos y abrazos,

Don.
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