lunes, 13 de mayo de 2019

Matutina hermandad (sin sangre)

¡Buenos días!

La espléndida fraternidad que mantengo con mis matutinos, donde siempre me encuentro de buen humor, sin ni siquiera necesidad alguna de sanguíneos humores compartidos, sigue reforzándose con estas charletas mañaneras que mantenemos, donde desparramamos a nuestro libre albedrío, sin más techo que el raso cielo donde hoy luce sin tapujos un radiante sol, tanto que las máximas se nos han venido muy arriba y serán de unos muy veraniegos 30ºC, por mucho que aún estemos en primavera de calendario, a más de un mes del próximo solsticio.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Los hermanos Sisters" ("The Sisters Brothers"), de Jacques Audiard, adaptación de la novela homónima de Patrick deWitt, y con John C. Reilly, Joaquin Phoenix, Jake Gyllenhaal, y Riz Ahmed. De los anteriores siete films de este director francés tan sólo había visto sus tres últimos, "Dheepan" (2016), "De óxido y hueso" ("De rouille et d'os", 2012), y "Un profeta" ("Un prophète", 2009).

Año 1851 en Oregón. Dos hermanos de sangre, y Hermanas de apellido, son los dos mejores asesinos a sueldo de un capitoste local, para el que llevan muchos años trabajando. El pequeño disfruta matando, el mayor quiere dejarlo y hacer vida normal con sus ahorros, no sin antes rematar su último encargo, asesinar a un químico, con ideales de que una sociedad mejor es posible, y que ha descubierto un nuevo y muy eficaz método para encontrar fácilmente el oro que hay en el fondo de los ríos. Un cazarrecompensas también anda tras sus pasos, que se mueven de Oregón a California.

Muy buena (nota: 7) esta peculiar película del Oeste, de a veces muy divertidos diálogos, en la que el género en que está inscrita, amén de aportar algunos arquetipos, no es más que el envoltorio para contarnos otra cosa. A través de la peripecia de estos dos muy unidos hermanos, a pesar de sus discrepancias, que no cesan de discutir de lo divino y de lo humano, de esto fundamentalmente, casi que filosofando de su existencia, de hablar y hablar, nos habla de utopías, que como su etimología indica no tendrán lugar, de codicia por el vil metal que además envenena lo anterior, y de como ciertos ideales pueden provocar que nos apeemos definitivamente de la violencia.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que tal vez nos haga mejor convivir:

 - "La fraternidad es el amor recíproco, la tendencia que conduce al hombre a hacer para los demás lo que él quisiera que sus semejantes hicieran para él".  (Giuseppe Mazzini).

 - "Las palabras acercan. Los silencios destruyen".  (André Maurois).

 - "La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve y, por tanto, no conduce nunca a una paz permanente".  (Martin Luther King).

 - "Por muchas riquezas que el hombre posea y por grandes que sean la salud y las comodidades que disfrute, no se siente satisfecho si no cuenta con la estimación de los demás".  (Blaise Pascal).

 - "La felicidad no consiste en realizar nuestros ideales, sino en idealizar lo que realizamos".  (Alfred Tennyson).

 - "La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar".  (Eduardo Galeano).

Besos y abrazos,

Don.
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