martes, 26 de enero de 2016

Matutino viejoven

¡Buenos días!

Otro día primaveral en pleno invierno, confundiendo los entusiastas ardores juveniles con la mortecina serenidad de lo caduco, todo junto y a la vez, arrobadora ilusión vital y calmada experiencia ya casi de vuelta de todo. Máxima prevista para hoy de 15ºC con sol a raudales que discurre a toda velocidad, por su rápido paso del alba al ocaso y por su frescura de pensamiento.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La juventud" ("Youth"), de Paolo Sorrentino, y con Michael Caine, Harvey Keitel, Rachel Weisz (tan guapísima como siempre), Paul Dano, Jane Fonda, Ed Stoppard, y Madalina Diana Ghenea (un pibón). De este director italiano había visto cuatro de sus anteriores films: "La gran belleza" ("La grande bellezza", 2013), "Un lugar donde quedarse" ("This must be the place", 2011), "Il Divo" (2008), y "Las consecuencias del amor" ("Le conseguenze dell'amore", 2004).

Dos octogenarios, amigos desde la infancia y afamados artistas, disfrutan de unas vacaciones en un balneario de lujo en los Alpes suizos al que suelen acudir. Uno es compositor y director de orquesta retirado, está junto a su hija y, sumido en una gran apatía, no tiene la más mínima intención de volver a retomar su carrera por mucho que le insistan; el otro, director y guionista de cine, aún en activo, está afrontando con gran ilusión su último proyecto, el que será su testamento cinematográfico, junto con unos jóvenes guionistas.

Una película deficiente (nota: 4) a pesar de algunos sobresalientes elementos, de gran belleza formal y bonito envoltorio, pero dispersa y con claros desequilibrios entre forma y fondo, que sólo brillaba a veces en algunos ingeniosos diálogos y reflexiones con mucha socarronería. El resto, plenos de vacua ostentación. Historia de dos ancianos, el uno apático y desinteresado, y el otro vitalista y todavía embarcado en proyectos, que bromean con sus achaques, básicamente de próstata, hablan de su pasado, miran estupefactos a la juventud, entre la complacencia y la nostálgica admiración de lo que ya pasó, y no prestan demasiada atención al futuro.

Ahora algo de sabiduría ajena que nos ayude a afrontar lo que esté por venir gracias a lo que otros ya cavilaron antes:

 - "La juventud es una enfermedad que se cura con los años".  (George Bernard Shaw).

 - "De mis disparates de juventud lo que más pena me da no es el haberlos cometido, sino el no poder volver a cometerlos".  (Pierre Benoit).

 - "A menudo se echa en cara a la juventud el creer que el mundo comienza con ella. Cierto, pero la vejez cree aún más a menudo que el mundo acaba con ella. ¿Qué es peor?".  (Friedrich Hebbel).

 - "El entusiasmo es el pan diario de la juventud. El escepticismo, el vino diario de la vejez".  (Pearl S. Buck).

 - "Es una desgracia que haya un intervalo tan pequeño entre el tiempo en que somos demasiado jóvenes y el tiempo en que somos demasiado viejos".  (Montesquieu).

Besos y abrazos,

Don.
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