¡Buenos días!
Es evidente que estamos de otoño en este día que, ciertamente, cumple con algunos de sus cánones, con nubes grises, pero sin lluvia, y algo de sol asomando de vez en cuando. La máxima prevista por los madriles será de 18ºC, de verdad, una delicia ambiental. Por lo demás, no tengo la menor duda de que este matutino saldrá lo mejor posible, mea culpa, es justo reconocerlo, del encierro que vive en mi cabeza, liberándose letra a letra conforme lo voy tecleando.
Este fin de semana estuve en el cine viendo "Jurado nº 2" ("Juror #2", 2024), de Clint Eastwood, y con Nicholas Hoult, Toni Collette, J.K. Simmons, Kiefer Sutherland, Chris Messina, y Zoey Deutch. De este nonagenario actor, director, guionista, y músico, maestro del cine, en definitiva, he visto bastantes de sus películas como actor, y también como director, algunas de las cuales fueron magistrales para mí. En concreto, amén de otras muchas más, en este siglo había visto anteriormente estas suyas como director:
- "Richard Jewell" (2019)
- "El francotirador" ("American sniper", 2014)
- "Gran Torino" (2008)
- "Mystic River" (2003)
Un hombre, casado y que está a punto de ser padre, es elegido por sorteo para formar parte del jurado en el juicio que condenará o absolverá al presunto asesino de una mujer, novia de este. Todos los indicios y pruebas apuntan a que será declarado culpable. Sin embargo, este miembro del jurado, a poco de comenzar su labor, toma conciencia de que es conocedor de unos hechos que no se atreve a desvelar por las graves implicaciones que tendrían sobre él mismo, destrozando su propia vida, así que se debate entre si revelar estos hechos o no, lo que supondría, respectivamente, bien la liberación o bien el envío a prisión de un inocente.
Estupenda película (nota: 8), hacía tiempo que no me gustaba tanto una de Clint, con varias obras maestras en su filmografía según mi parecer, este drama judicial narrado con elegante hondura, con clase, de modo clásico, sin innecesarias florituras, marcas de la casa Clint Eastwood. Nos habla sobre complejos dilemas morales, sobre hacer lo correcto o no, sobre la culpa y su peso más o menos liviano y, consecuente y tangencialmente, sobre lavado de manos y lavado de conciencia, también sobre la verdad (¿qué es eso?) en la justicia. Critica ciertos aspectos de la sociedad estadounidense, así como parte de su peculiar idiosincrasia. Dadas las importantes y profundas reflexiones que induce, no os la deberíais perder, amén de ser muy entretenida.
Pues para seguir reflexionando sobre la cuestión, evidentemente, ahora toca la sabiduría ajena, con estas citas que juzgo bastante atinadas para la ocasión:
- "Somos demasiado inexorables al juzgar a los demás cuando nos creemos sin culpa; solo el pecador debiera juzgar a los pecadores". (Jacinto Benavente).
- "Las palabras del culpable suenan falsas, incluso cuando dice la verdad". (Serge Brussolo).
- "Normalmente sólo vemos lo que queremos ver; tanto es así, que a veces lo vemos donde no está". (Eric Hoffer).
- "Nos empeñamos en negar una evidencia cuando una creencia resulta invulnerable a la crítica o a los hechos que la contradicen, cuando no aprendemos de la experiencia". (José Antonio Marina).
- "Es fácil moldear a un culpable a partir de sentimientos y fantasías porque la naturaleza tiene horror al vacío, necesitamos que se haga justicia y necesitamos encontrar un culpable, desde la más íntima convicción. Nos decimos una verdad que parece lógica, racional, satisfactoria y final. Y no importa cuánto duden los demás, no importa la falta de pruebas, una vez que la convicción se insinúa, lo puede todo". (Antoine Raimbault).
- "Quien no duda, no reflexiona; quien no reflexiona, no ve, permanece en la ceguera, la perplejidad y el error". (Al Ghazali).
Besos y abrazos,
Don.
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario