jueves, 7 de noviembre de 2024

Matutino, lleno eres de gracia

¡Buenos días!

Estos días de otoño están de lo más agradables, donairosos y, sin embargo, con apenas una dulce brisa acariciándonos, en esta soleada y tibia jornada que ahora amanece de lo más graciosa, con algunas benditas nubes, en la que se esperan unos 17ºC de máxima por los madriles. Así que vuelvo a estar, de lo más señor, con otro de mis matutinos, acompañándole mientras lo voy pariendo a golpe de tecla, fruto no tanto de mis entretelas como de mis entendederas. Y ahora que estás aquí, conmigo, yo te saludo, matutino.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Salve María" (2024), de Mar Coll, y con Laura Weissmahr, Oriol Pla, y Giannina Fruttero. Es la tercera película de largometraje de esta directora, de quien había visto su segunda, "Todos queremos lo mejor para ella" ("Tots volem el millor per a ella", 2013).

María es una joven y prometedora novelista que acaba de ser madre (primeriza), pero se siente desbordada por su maternidad, un tanto ajena a su bebé, sin percibir la compañía de su pareja, científico que se resiste a pedir el permiso de paternidad hasta acabar con el proyecto investigador que tiene entre manos. Cuando se topa con la noticia de una madre francesa que ahogó a sus bebés gemelos en la bañera, se obsesiona con el caso, lo que acaba por desequilibrarla mental, emocional y anímicamente, hasta hacer que le sobrevuele la idea de que ella pudiera también cometer un infanticidio con su hijo.

Película interesante (nota: 5) que no me enganchó mucho, aunque me mantuvo con cierto grado de fascinación, con altibajos, no me desentendí de ella, siguiendo la peripecia psicológica de su protagonista, y sus terrores, aquejada de un irreverente desapego por su recién nacido, que le va a más por la presión, la autopresión a la que se somete por su inicial exceso de responsabilidad, casi enfermiza, que la aboca a ver todo como peligroso para su bebé, para acabar en las antípodas, casi viéndolo como que no fuera suyo, debido a pensamientos no expresados (por vergüenza, que para los demás es, casi, casi, toda una irreverencia el siquiera plantearlos hipotéticamente) y que le carcomen su mente. Pesadillesca por momentos, con sensación de incomodidad, no demasiado alta, mientras la veía, desconcertante a ratos, aunque no tanto como la anterior que vi de esta directora.

Pues llegó el momento de saludar el advenimiento de la sabiduría ajena, rogándole que estas citas, que yo no parí, que son fruto de otras mentes, nos infundan la necesaria gracia para desenvolvernos lo mejor posible en esta vida que nos alumbró:

 - "Los hijos son las anclas que atan a la vida a las madres".  (Sófocles).

 - "Todo niño viene al mundo con cierto sentido del amor, pero depende de los padres, de los amigos, que este amor salve o condene".  (Graham Greene).

 - "Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan".  (Friedrich Nietzsche).

Besos y abrazos,

Don.

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