jueves, 21 de noviembre de 2024

Ensueños matutinos que perduran

¡Buenos días!

Todo un sueño, de lo más real, sin embargo, estos deliciosos días otoñales, como el de hoy, algo más fresco que los anteriores, con sol y cada vez mayor nubosidad que tal vez traiga nuevas lluvias, aunque parece que no hoy, según las previsiones, que también dicen que la máxima por los madriles será de 13ºC. Y día a día sigo fantaseando con la posibilidad de seguir con estos matutinos, acurrucaditos conmigo hasta la misma eternidad, que tanto me ayudan a mantenerme un tanto elevado de la realidad, levantando los pies del suelo por un momento, en los momentos que lo necesito, y a darme cierta perspectiva.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Los últimos románticos" ("Azken erromantikoak", 2024), de David Pérez Sañudo, basada en la novela homónima de Txani Rodríguez, y con Miren Gaztañaga, Maika Barroso y Erik Probanza. Es la segunda película de este director, de quien había visto su anterior, "Ane" (2020).

Una mujer, en la cuarentena, solitaria, insegura y retraída, de rarito comportamiento, vive sola en casa de sus padres (su padre falleció hace años y su madre hace poco), anclada en el pasado, le gusta la papiroflexia, es un tanto maniática e hipocondríaca, tiene un rutinario y anodino trabajo eventual en una factoría papelera, solo se relaciona con sus compañeros de trabajo y vecinos, y cuando se siente perdida llama a un amable operario telefónico en concreto, del servicio de venta de billetes de Renfe, del que no conoce más que su bonita voz y nombre de pila, para pedirle las horas de salida de trenes a una ciudad, cada vez una distinta, billetes que nunca compra, como excusa para charlar un rato con él. Un día se detecta un bulto en el pecho y acude con preocupación al médico, pues su madre murió de eso. Esto trastoca su triste vida hasta entonces, y quizá le pueda ofrecer la oportunidad vital que siempre había estado esperando.

Buena película (nota: 6), con la que al principio y durante buena parte de su transcurso no lograba conectar, descolocándome unas cuantas veces, impregnada toda ella de una profunda melancolía e incluso conatos de sordidez, con fotografía muy gris, a pesar de sus frecuentes momentos de buenas maneras cinematográficas, y de los escapes de la realidad de su protagonista a través de la fantasía (que me gustaron mucho), que me fue ganando poco a poco hasta desarmarme con su escena final, de un luminoso romanticismo, fugaz destello totalmente insospechado hasta ese momento. No se hace fácil de ver, y es posible que a bastante gente pueda no gustarle, pero el magnetismo del personaje principal, y de la excelente actriz que la interpreta, me tuvieron muy atento a toda su extraña peripecia emocional. A lo largo de todo su metraje se va destilando crítica social de lo más variopinta.

Ahora, al final, unas citas de sabiduría ajena, que tal vez ayuden a bajarnos de la nube y poner los pies en la tierra, o no:

 - "[El amor] es la base de nuestra felicidad, la decisión más importante de nuestras vidas, pero realmente no sabemos nada al respecto y, a menudo, tomamos decisiones equivocadas porque nos aferramos a viejos ideales románticos que están lejos de la realidad".  (Hans Weingartner).

 - "Bovarismo es no estar contento con la realidad, un anhelo de una vida construida sobre ensoñaciones".  (Gustave Flaubert).

 - "La existencia sería intolerable si no hubiera ensueños".  (Anatole France).

 - "Me gustan más los ensueños del futuro que las historias del pasado".  (Thomas Jefferson).

Besos y abrazos,

Don.

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