¡Buenos días!
Todo un sueño, de lo más real, sin embargo, estos deliciosos días otoñales, como el de hoy, algo más fresco que los anteriores, con sol y cada vez mayor nubosidad que tal vez traiga nuevas lluvias, aunque parece que no hoy, según las previsiones, que también dicen que la máxima por los madriles será de 13ºC. Y día a día sigo fantaseando con la posibilidad de seguir con estos matutinos, acurrucaditos conmigo hasta la misma eternidad, que tanto me ayudan a mantenerme un tanto elevado de la realidad, levantando los pies del suelo por un momento, en los momentos que lo necesito, y a darme cierta perspectiva.
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Los últimos románticos" ("Azken erromantikoak", 2024), de David Pérez Sañudo, basada en la novela homónima de Txani Rodríguez, y con Miren Gaztañaga, Maika Barroso y Erik Probanza. Es la segunda película de este director, de quien había visto su anterior, "Ane" (2020).
Una mujer, en la cuarentena, solitaria, insegura y retraída, de rarito comportamiento, vive sola en casa de sus padres (su padre falleció hace años y su madre hace poco), anclada en el pasado, le gusta la papiroflexia, es un tanto maniática e hipocondríaca, tiene un rutinario y anodino trabajo eventual en una factoría papelera, solo se relaciona con sus compañeros de trabajo y vecinos, y cuando se siente perdida llama a un amable operario telefónico en concreto, del servicio de venta de billetes de Renfe, del que no conoce más que su bonita voz y nombre de pila, para pedirle las horas de salida de trenes a una ciudad, cada vez una distinta, billetes que nunca compra, como excusa para charlar un rato con él. Un día se detecta un bulto en el pecho y acude con preocupación al médico, pues su madre murió de eso. Esto trastoca su triste vida hasta entonces, y quizá le pueda ofrecer la oportunidad vital que siempre había estado esperando.
Buena película (nota: 6), con la que al principio y durante buena parte de su transcurso no lograba conectar, descolocándome unas cuantas veces, impregnada toda ella de una profunda melancolía e incluso conatos de sordidez, con fotografía muy gris, a pesar de sus frecuentes momentos de buenas maneras cinematográficas, y de los escapes de la realidad de su protagonista a través de la fantasía (que me gustaron mucho), que me fue ganando poco a poco hasta desarmarme con su escena final, de un luminoso romanticismo, fugaz destello totalmente insospechado hasta ese momento. No se hace fácil de ver, y es posible que a bastante gente pueda no gustarle, pero el magnetismo del personaje principal, y de la excelente actriz que la interpreta, me tuvieron muy atento a toda su extraña peripecia emocional. A lo largo de todo su metraje se va destilando crítica social de lo más variopinta.
Ahora, al final, unas citas de sabiduría ajena, que tal vez ayuden a bajarnos de la nube y poner los pies en la tierra, o no:
- "[El amor] es la base de nuestra felicidad, la decisión más importante de nuestras vidas, pero realmente no sabemos nada al respecto y, a menudo, tomamos decisiones equivocadas porque nos aferramos a viejos ideales románticos que están lejos de la realidad". (Hans Weingartner).
- "Bovarismo es no estar contento con la realidad, un anhelo de una vida construida sobre ensoñaciones". (Gustave Flaubert).
- "La existencia sería intolerable si no hubiera ensueños". (Anatole France).
- "Me gustan más los ensueños del futuro que las historias del pasado". (Thomas Jefferson).
Besos y abrazos,
Don.
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