miércoles, 20 de noviembre de 2024

Matutino sin querer (queriendo)

¡Buenos días!

Quiero que el otoño sea la estación perpetua, pero la meteorología no se deja, y sin querer queriendo, como reza uno de los famosos latiguillos del personaje de ficción Chapulín Colorado, ¿o era el Chavo del Ocho?, sigue su natural curso sin ni siquiera pedirnos permiso, que ni falta le hace. Aun así, hoy nos sigue regalando con un plácido y cariñoso día de otoño, tibio, soleado y con algunas nubes, y una máxima prevista por los madriles de 16ºC. Pero lo que vale para la naturaleza en general, y la climática en particular, quizá (más bien seguramente) no valga para las relaciones entre personas, si es que queremos que sean sanas y no se pochen a poco de comenzar. Y ahora que me estoy dando cuenta, ya llevo un rato puesto a escribir este matutino casi sin querer, aunque queriéndolo subconscientemente, a poco que me mire dentro, y creo que no pararé hasta los climácicos (no confundir con climáticos) besos y abrazos finales. Creo que mis matutinos estarán en la misma onda... ¿o no?...

Este fin de semana estuve viendo una excepcional serie de televisión, miniserie en realidad (única temporada), en Movistar+ y de un solo arreón, fácil, que tan solo son cuatro capítulos (titulados "Querer", "Mentir", "Juzgar" y "Perder"), de unos 50 y pico minutos de duración cada uno, o puede verse, como yo, como una película de casi cuatro horas, que creo nadie debería perderse. Se trató de "Querer" (2024), creada por Alauda Ruiz de Azúa, Eduard Solá y Julia de Paz, dirigida por Alauda Ruiz de Azúa, e interpretada por Nagore Aranburu, Pedro Casablanc, Miguel Bernardeau e Iván Pellicer... impresionantes sus interpretaciones. De su directora había visto el primero de sus dos largometrajes hasta la fecha, "Cinco lobitos" (2022), espléndida película.

Tras 30 años de matrimonio y dos hijos en común, Miren abandona el domicilio conyugal y denuncia a su marido por violación continuada. Esta grave acusación obliga a los hijos a elegir entre creer a su madre o apoyar a un padre que defiende su inocencia, y que deberán transitar en paralelo al proceso judicial para tratar de averiguar la verdad.

Sobresaliente serie (nota: 9), de esas imprescindibles, de obligado visionado, narrada impecablemente, calmada y muy contenidamente, muy certera, ecuánime en grado sumo, que te interpela, que te hace inmiscuirte, meterte en la piel de todos los personajes. Nos habla de consentimiento, del sexual principalmente, y sí, también dentro del tradicional matrimonio, que lo de que hasta que la muerte nos separe no es una carta blanca para avasallar, que el otro también cuenta; y también va de las cosas que no se ven, como el querer (el amor) y la violencia (la soterrada), tal y como se dice en la propia serie, pero que sí están dentro de cada uno de nosotros, como el mismo aire que respiramos. Toda una experiencia, cinematográfica, anímica y personal, el haberla visto, por lo que os la recomiendo encarecidamente, muy encarecidamente. Y también que la veáis de un tirón.

Y como quien no quiere la cosa hemos llegado a las citas de sabiduría ajena

 - "Te quiero porque te quiero
Y en mi querer nadie manda
Te quiero porque me sale
De los reaños del alma".  (Copla popular).

 - "De querer a no querer
hay un camino muy largo,
que todo el mundo recorre
sin saber cómo ni cuándo".  (Copla popular).

 - "Sin duda la propiedad es solo una gerencia fastidiosa que solo sirve a nuestra vanidad. Se ama más libremente lo que no es nuestro. Querer acaparar un ser, paralizar su fantasía, sujetar su voluntad, es una pretensión insensata. Pero si tan sabios y complacientes fuéramos, solamente amaríamos con medida, es decir, no amaríamos".  (Paul Géraldy).

 - "¿Por qué es tan difícil querer, siendo tan sumamente fácil desear? Porque en el deseo habla la impotencia, y en el querer la fuerza".  (Gustav Adolf Lindner).

Besos y abrazos,

Don.

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