¡Buenos días!
Bien sabéis lo encantado que estoy con el clima otoñal (sol y nubes con 18ºC de máxima prevista por los madriles para hoy), por mucho que a veces trate de romperme el hechizo a base de lluvias torrenciales (en exceso), cual desaforadas rabietas de niñato, como las acaecidas en pasados días por Levante y otras zonas, y que por suerte por aquí no fueron, así que sigo mi idilio con él, sin comer perdices, que me parecen muy simpáticas, así que, como ellas, me pondré a picotear otros alimentos. Como también me alimentan estos mis bien amados matutinos, con los que estoy encantado desde el mismo momento en que comienzo a crearlos, incluso antes de los vaporosos sueños nocturnos, que van tomando forma al filo del amanecer.
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Anora" (2024), de Sean Baker, y con Mikey Madison, Mark Eydelshteyn, Yuriy Borisov, Karren Karagulian y Vache Tovmasyan. Es el tercer largo que veo de este director, tras "Red rocket" (2021) y "The Florida project" (2017).
Anora es una joven prostituta que conoce al antojadizo hijo, que está de vacaciones por Nueva York, de un oligarca ruso, primero como cliente esporádico y que luego la contrata en exclusiva como acompañante para la semana que le queda de estar por allí. Se gustan y en una loca noche de fiesta deciden casarse impulsivamente. Cuando la noticia llega a los padres de él en Rusia, el cuento de hadas que ella está viviendo amenaza con terminar, pues los progenitores viajan apresuradamente a Estados Unidos con la idea de anular el matrimonio del tarambana de su hijo.
Estupenda película (nota: 8) en la que al principio me costó un poco meterme, pero una vez dentro me fue ganando y haciendo disfrutar cada vez más hasta su glorioso, divertidísimo, frenético y alocado segundo tercio, a partir del momento en que aparecen los algo torpes matones del oligarca, donde muchas veces me reí a mandíbula batiente, para terminar por descolocarme por segunda vez y hacer que todo cobrara sentido en su último tramo, con un excelentísimo final de impotencia y tristeza. Es toda una comedia antirromántica, con inspiración en el cuento de "La Cenicienta" o la película "Pretty woman" (1990) de Garry Marshall, puestas patas arriba (no creo que en la postura del misionero), muy, muy divertida, pero con regusto amargo por lo que destila como quien no quiere la cosa (sátira social), mostrando el lado oscuro del sueño americano, como en sus anteriores obras.
Desde luego me encanta dar paso a la sabiduría ajena, con estas citas con las que espero surja una inevitable atracción y se queden con nosotros incondicionalmente:
- "Enamorarse es sentirse encantado por algo, y algo sólo puede encantar si es o parece ser perfección". (José Ortega y Gasset).
- "El encanto del matrimonio es que provoca el desencanto necesario por las dos partes". (Óscar Wilde).
- "Como todos los soñadores, confundí el desencanto con la verdad". (Jean Paul Sartre).
Besos y abrazos,
Don.
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