¡Buenos días!
Otro día más que amanezco con mis matutinos, de los que cuido hasta que se deciden a triscar por los montes cual entusiastas cabritillas a su aire, sin cuidado de que el lobo feroz se los coma, mientras voy preparándome para la calorina que la jornada de hoy nos deparará con sus ya algo pesaditos 35ºC de máxima prevista por los madriles. Pleno verano, más adelantado de lo normal. No serán los últimos días así de este año, que el verano, al menos el astronómico, ni ha empezado, y seguro los habrá todavía peores, bastante peores.
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Los últimos pastores" (2024), un documental dirigido por Samu Fuentes, e interpretándose a sí mismos, Fernando Mier Espina y Manolo Mier Espina, pues podría verse como un docudrama, con apenas drama y mucho docu. Es la tercera película de su director, dos documentales y una de ficción hasta ahora, y primera suya que veo.
Desde hace 5.000 años hay vestigios de que ha habido pastoreo en las montañas de los Picos de Europa. Para los hermanos Mier, ancianos pastores que lo son desde que tenían 13 años, este sigue siendo su modo de vida y hogar, aunque son de los últimos que van quedando, pues su estilo de vida tiende a desaparecer. Viven en el concejo de Cabrales, dentro del Parque Nacional de Picos de Europa, y el año pasado tuvieron que vender sus muchas ovejas (unas 200) pues ya estaba dejando de ser negocio, debido a las cada vez mayores restricciones administrativas y a los ataques del lobo, animal protegido en el parque, aunque todavía les quedan algunas pocas cabras y vacas, con las que siguen trashumando, trasegándolas montaña arriba, montaña abajo, al ritmo de las estaciones, aprovechando los pastos de temporada.
Entré al redil de esta película con curiosidad de lobo hambriento, pero no me acabó de convencer del todo el rebaño que había (nota: 5), pues su sereno discurrir, quizá demasiado parsimonioso, me aborregó, me amodorró un tanto, conforme iba narrando el día a día, casi que etnográficamente, a lo largo de las cuatro estaciones de un año, de un modo de vida a extinguir, con su punto de dureza, en armonía con la naturaleza, pero que los protagonistas viven con naturalidad, parece que casi disfrutando, con el trasfondo de preciosos paisajes de montaña. Además de la simpática escena final del corte de pelo de un hermano al otro, me pareció muy gracioso el contraste entre las noticias de actualidad que oyen los paisanos en la vetusta radio (las consecuencias del confinamiento de la pandemia COVID, la guerra de Ucrania, entre otras) con lo que se destila de las imágenes, de lo que están viviendo en ese momento ellos dos, que dejan entrever con cierta sorna una crítica social de nuestro acelerado y estresado mundo actual, especialmente el urbanita.
Ahora, a toda pastilla, antes de que se nos eche la noche encima, ahí os dejo estas citas de sabiduría ajena, de las que espero sepáis disfrutar a todo pasto:
- "Cuando al pastor se le muere la oveja, paga con la pelleja". (Refrán).
- "Más que en ninguna otra época histórica, el hombre se enfrenta ahora a una encrucijada: un camino te lleva a desaparecer y a la desesperanza absoluta, y el otro a la extinción total. Recemos para tener la sabiduría de elegir correctamente". (Woody Allen).
- "Algunas cosas del pasado desaparecieron pero otras abren una brecha al futuro y son las que quiero rescatar". (Mario Benedetti).
Besos y abrazos,
Don.
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