¡Buenos días!
Anhelante estoy de ver como ya mismo va a salir el sol por el horizonte en esta dulce y soleada mañana, que así continuará en el resto de la jornada, en la que se esperan 29ºC de máxima por los madriles. Tras haberlo visto salir a escena, la celeste, me desentiendo de él, que nada nuevo hará, supongo, y sigo con mi rutina matutina como si tal cosa, que no estoy por engancharme a quedarme asombrado viéndole pasar por la bóveda azul, sino a hacer cosas más estimulantes, a la sombra a ser posible, como escribir estas líneas.
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Los vigilantes" ("The watchers", 2024), de Ishana Shyamalan, basada en la novela homónima (2022) de A.M. Shine, y con Dakota Fanning, Georgina Campbell, Oliver Finnegan, Olwen Fouere, Alistair Brammer, John Lynch, y Siobhan Hewlett. Es el primer largo de esta directora, hija de M. Night Shyamalan.
Una mujer viaja entre dos ciudades irlandesas y al atravesar un bosque su navegador deja de funcionar y al poco su coche se avería. Buscando ayuda, se adentra a pie todavía más y se pierde. Cuando la noche está a punto de echarse sobre ella ve una mujer a lo lejos que le grita desaforadamente que corra tras ella, y llegan a una especie de búnker justo a tiempo de entrar y cerrar la puerta, pues en cuanto cae el sol cualquier ser humano sin refugio es aniquilado. Allí se encuentran dos personas más. Enseguida se empiezan a oír aterradores alaridos alrededor. Una de las paredes del lugar es un vidrio blindado que hace de espejo para los del interior, que nada pueden ver del exterior, y de escaparate transparente para las criaturas de fuera, quienes cual Gran Hermano, les vigilan, les observan absortas en todo lo que hacen por trivial que sea.
Esperaba algo más (nota: 5) de este debut cinematográfico, de este cuento de malévolas hadas, intrigante, de inquietante atmósfera, basado en mitos del folklore irlandés, pero mezclado, entre otros más, con el del doppelgänger, extraña mezcolanza que no me acabó de convencer, demasiado batiburrillo, con cierta incoherencia narrativa que la deslucía algo y que pocas cosas me decía. Poco o nada creíble historia, por muy fantástica que sea, y así deba ser. Sin embargo, la vi con cierto interés, está bien hecha... y se nota la influencia de la cinematografía de su padre, recordándome especialmente a una de las suyas, la espléndida "El bosque" ("The village", 2004).
Bueno, no esperemos más, ahí os dejo estas citas de sabiduría ajena, no tanto para que las observemos sin más como para que disfrutemos con ellas, interactuando en nuestras entendederas:
- "La vida es un tránsito; el mundo es una sala de espectáculos; el hombre entra en ella, mira y sale". (Demócrito de Abdera).
- "Los ojos del espíritu no pueden encontrar en parte alguna mayor deslumbramiento ni más tinieblas que en el ser humano: no pueden fijarse en ninguna cosa que sea más temible, más complicada, más misteriosa y más ínfima. Existe un espectáculo que supera al cielo: es el interior del alma". (Víctor Hugo).
- "Toda cualidad del espíritu que es útil a la propia persona o a otras, proporciona un placer al espectador, suscita su estimación y es admitida bajo la honrosa denominación de virtud o mérito". (David Hume).
Besos y abrazos,
Don.
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