miércoles, 19 de mayo de 2021

Matutino amanecer

¡Buenos días!

Tautológico título el de hoy para pasar otro paradisíaco momento en estos altares matutinos a los que asciendo cada vez que puedo, que ellos siempre me dejan y tengo franca la entrada, no os miento. Y poco a poco seguirán subiendo las temperaturas en estos días de primavera, soleada y con alguna nubosidad enredada por el cielo. De momento, la máxima prevista para hoy por los madriles será de 26ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Valhalla rising" (2009), de Nicolas Winding Refn, y con Mads Mikkelsen. De este director danés había visto sus tres más recientes películas hasta la fecha: "The neon demon" (2016),"Sólo Dios perdona" ("Only God forgives", 2013), y la espléndida "Drive" (2011)... y ahora la anterior a esta, estrenada tardíamente por estos lares, 12 años después.

Siglo X en el norte de Europa, muy al norte. Un enigmático y taciturno guerrero de fuerza descomunal y muy hábil en las artes de la lucha que ha permanecido esclavizado durante muchos años como gladiador, mata a su amo y secuaces y logra escapar, junto con un niño que le sigue. En su huida topa con unos vikingos cristianos que van a luchar a Tierra Santa para conseguir gloria y riquezas, a los que se une. Perdidos en el mar en medio de espesa niebla y calma chicha, interminables, acaban en una tierra inesperada y desconocida.

Película que no me acabó de convencer (nota: 4), a pesar de su fascinante empaque visual, que parece marcar tendencia en sus siguientes películas, las tres más recientes, en esencia con similares mimbres formales, y de las que solo me gustó, y mucho, mucho, la de "Drive". A través de la casi que metafísica peripecia, envuelta en desasosegante atmósfera, del silencioso y solitario guerrero protagonista, empapada a ratos de extrema violencia y rojo sangre, a través de desconocidos mundos que abocan a universos interiores, del modo en que el planeta "Solaris" influye con su gravedad en los que se acercan a él, que a ratos también recuerda a los delirios en su busca de El Dorado de "Aguirre, la cólera de Dios" ("Aguirre, der zorn gottes", 1972) de Werner Herzog, se nos presenta una especie de simbiosis mitológica entre las creencias paganas vikingas y las cristianas (pasión y muerte de Cristo). Además, en el batiburrillo de referencias que creí ver, algunas escenas y encuadres me recordaron a una clásica película danesa, "Ordet" (1955) de Carl Theodor Dreyer.

Bueno, dejo de escribir y paso a la sección de sabiduría ajena, antes de que me anochezca, hoy tan solo con unos versos tan místicos como la película hoy glosada:

 - "¡Ay, qué larga es esta vida!
¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel y estos hierros
en que está el alma metida!
Sólo esperar la salida
me causa un dolor tan fiero,
que muero porque no muero".  (Santa Teresa de Jesús).

Besos y abrazos,

Don.

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