martes, 11 de mayo de 2021

¿Dónde irán los matutinos?... ¡Qué cruz!

¡Buenos días!

Bueno, en realidad no me importa donde vayan, que ya son mayorcitos y saben muy bien lo que hacen... ¡Peso que me quito de encima, y me permite lavarme las manos!... aunque en realidad no tanto, que en cierto modo velo por ellos, pues mientras los creo les voy enseñando artes que les sirvan para desenvolverse por ellos mismos más adelante, y que espero les funcionen. Aunque ya sin chaparrones imprevistos, las nubes van y vienen por el cielo, velando a ratos el sol, haciendo que caliente menos y que las máximas no pasen de los 18ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Quo vadis, Aida?" (2020), de Jasmila Zbanic, y con Jasna Djuricic. Es la primera película que veo de esta directora bosnia, que está basada en un hecho real, en la matanza de Srebrenica (un genocidio en toda regla), durante la guerra de los Balcanes.

Julio de 1995 en Srebrenica (Bosnia y Herzegovina). Aida trabaja como intérprete para los Cascos Azules de la ONU, desplegados a las afueras de la localidad en la que vive para impedir que las tropas serbobosnias que la asedian la tomen. Cuando estas entran en la ciudad desoyendo todas las advertencias internacionales, la población civil huye despavorida a refugiarse en la base de la ONU temiendo ser asesinados, entre ellos su marido y sus dos hijos, a los que intentará salvar, dado que conoce por su trabajo información importante de lo que está aconteciendo.

Una muy buena película (nota: 7) esta angustiosa crónica de aquellos horribles hechos, que te mantiene en constante tensión de qué pasará, por mucho que se sepa lo que ocurrió entonces. La violencia no se muestra explícitamente, queda fuera de campo, y quizá por esto parece más terrible. A través de las idas y venidas, y dudas morales, de la protagonista va conformándose este alegato contra el odio al otro porque sí, porque es diferente, y contra las guerras, consecuencia de lo anterior, cual especie de efecto mariposa de consecuentes fatalidades por las que nos dejamos arrastrar en nuestra ceguera racional.

Bueno, llegó el momento de ir a por la sabiduría ajena, a buscarla donde esté, que tal vez nos ayude a sobrellevar alguna que otra carga anímica:

 - "Ni Cristo pasó de la cruz, ni yo paso de aquí".  (Refrán).

 - "Mira adónde vas, pero no te olvides de dónde vienes".  (Refrán).

 - "Lleva tu cruz cantando y no suspirando. En todo mercado vale más una sonrisa que mil lamentos".  (Charles Lamb).

Besos y abrazos,

Don.

_____

No hay comentarios: