lunes, 31 de mayo de 2021

Matutino servicial

¡Buenos días!

Enorme servicio el que me prestan estos matutinos, y creo que yo a ellos, en nuestra perfecta comunión de intereses, pero siempre con la libertad de que cada cual pueda hacer de su capa un sayo cuando sea menester, sin obligadas servidumbres. Por lo demás, estos últimos días de primavera parecen entregados al irremediable poder del verano por venir, en este día de calor, mucho, con mucho sol, alguna nube sumisa ante su poderío, y una máxima prevista por los madriles de 30ºC. Para librarse de su implacable yugo y que no nos sofoque en exceso no nos quedará otra que buscar las sombras.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Siervos" ("Služobníci", 2020), de Ivan Ostrochovský, y con Samuel Skyva, Samuel Polakovic, Vlad Ivanov, Vladimír Strnisko, y Milan Mikulcík. Es el tercer largo, y primero que veo, de este director eslovaco.

Año 1980 en la antigua Checoslovaquia, donde el gobierno comunista tolera de mala gana y tiene controlada a la Iglesia Católica, tanto por la policía secreta como por una organización eclesial, "Pacem in terris", básicamente integrada por su jerarquía, que colabora con el régimen y reprime cualquier conato de disidencia, como medio de no desaparecer a pesar de la opresión política; a la par que otros de miembros de la clerecía abogan clandestinamente por no someterse, ni seguir directrices políticas de ningún bando, regresando a los orígenes del cristianismo, casi que volviendo a las catacumbas. Dos jóvenes amigos ingresan en un seminario y mientras estudian allí se verán abocados a elegir entre el colaboracionismo, y así quitarse de problemas, o la rebeldía, para ser fieles con sus principios éticos.

Película que poco me llegó, casi que me aburrió (nota: 4), de bellísima fotografía en blanco y negro muy cuidada, que bastantes veces, más que escenas en movimiento parecía una sucesión de encuadres estáticos, muy pictóricos, manieristas, de hieráticos rostros, que me recordó a películas clásicas europeas de antes que yo naciera. Mucha perfección formal, demasiada formalidad incluso, casi que de arte y ensayo, pero en cuya historia no entré mucho y que destila, en palabras de su director, que "todos somos siervos de una u otra ideología"... sea esta política, religiosa, económica, etc.

Ahora un par de citas de sabiduría ajena, amén de la que hace un par de líneas os he citado del director del film hoy glosado, que espero nos sirvan bien para mejor entender nuestras particulares servidumbres:

 - "El hombre que no es capaz de luchar por la libertad, no es un hombre, es un siervo".  (Georg W. F. Hegel).

 - "La libertad no es con frecuencia para el hombre sino la facultad de escoger su servidumbre".  (Gustave Le Bon).

Besos y abrazos,

Don.

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