martes, 5 de noviembre de 2013

Matutino imperdonable

¡Buenos días!

No perdono un matutino cada vez que voy al cine (y en menor medida al teatro o a algún concierto musical), así que ya estoy aquí de nuevo tras unos pocos días de ausencia, cosas de los puentes, que unen personas, pero alejan matutinos, emborrachándome de natural otoño, sumergido en divinos bosques que rezumaban no sólo humedad, sino también colorista vitalidad de luminosos amarillos y encendidos ocres cobrizos que me daban la vida. Por lo demás, seguimos de lluvias ocasionales, nubes, sol, rasconas ráfagas de viento, y temperaturas (y sensaciones térmicas) con tendencia al frío.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Sólo Dios perdona" ("Only God forgives"), de Nicolas Winding Refn, y con Ryan Gosling, Kristin Scott Thomas, y Vithaya Pansringarm. De este director había visto hasta ahora su anterior film, la espléndida "Drive" (2011).

Un fugitivo estadounidense dirige un club de lucha tailandesa en Bangkok, que no es sino la tapadera para sus negocios de narcotraficante, en Bangkok. Su hermano mayor acaba de ser asesinado como venganza por haber violado y matado salvajemente a una joven prostituta. La madre de ambos, jefa suprema de la organización criminal, llega allí con la idea de vengarse por la muerte de su hijo predilecto, encargando a su segundo hijo del asunto, para lo que éste deberá enfrentarse a un veterano policía, ya retirado e idolatrado tanto por sus compañeros como por los luchadores, y con unos muy peculiares modos de impartir justicia divina (a semejanza de la bíblica ... el ojo por ojo y demás).

Una película cuidadísima formalmente, de hermosas fotografía y banda sonora, pero que en la gran mayoría de los momentos era desconcertante y sin mucho sentido, con un aire manierista que me recordaba a algunas películas de David Lynch y a otras tailandesas (unas tres o cuatro, todas menos una bastante pestiños) que había visto, y con una violencia desmedida, muy gore, que se pasaba veinte pueblos. Una historia de ínfulas míticas sobre espirales vengativas con una especie de árbitro divino encarnado en el policía, que reparte sangrienta justicia a golpe de katana. Un fiasco, sobredosis de forma entre muy poco contenido, en el que me pareció ver, sin embargo, una soterrada crítica a ese maniqueo juez global que ahora es Estados Unidos (encarnado en la "dominatrix" y castradora madre).

Ahora algo de sabiduría ajena, para tratar de no dar lugar a que nos perdonen:

- "Al que yerra, perdónale una vez, mas no después".  (refrán).

- "«Puedo perdonar, pero no olvidar», es sólo otra forma de decir «no puedo perdonar»".  (Henry Ward Beecher).

- "Sin piedad la justicia se torna en crueldad. La piedad, sin justicia, es debilidad".  (Pietro Metastasio).

- "Sé justo antes de ser generoso, sé humano antes de ser justo".  (Cecilia Bohl de Faber).

- "Lo que al caballero le hace ser caballero es ser medido en el hablar, largo en el dar, sobrio en el comer, honesto en el vivir, tierno en el perdonar y animoso en el pelear".  (Fray Antonio de Guevara).

Besos y abrazos,

Don.
_____

No hay comentarios: