¡Buenos días!
Nublado, muy gris, que amenaza lluvia, pero no, no cae, y con unos muy tibios 12 grados sobre cero, hemos amanecido hoy por los madriles, día en el que se esperan 16ºC de máxima, lejos de toda gelidez ambiental, mucho más si tenemos en cuenta lo bien arropado y protegido que me encuentro cada vez que entro en estos matutinos de los que a veces no me apetece demasiado irme, a bregarme con las inclemencias ambientales del día a día, pero hay que salir, que es lo que toca. Bueno, me esperaré a después de los consabidos besos y abrazos.
Ayer por la tarde no estuve en el cine, pero sí viendo una película, en Netflix. Se trató de "Bajocero" (2021), de Lluís Quílez, y con Javier Gutiérrez, Karra Elejalde, Luis Callejo, Patrick Criado, Andrés Gertrudix, Isak Férriz, Miquel Gelabert, Édgar Vittorino, y Florín Opritescu. Es el primer largo que veo de este director.
Un furgón policial blindado, que traslada presos de una cárcel a otra, circula por una remota carretera de montaña en una gélida noche de invierno y es asaltado por alguien desconocido que pretende llevarse a toda costa algo o a alguien de dentro. El conductor es el único de los policías que sobrevive al accidente y los consiguientes tiroteos, atrincherándose dentro, por lo que deberá entenderse con los reclusos si todos quieren salir vivos de ahí.
Película muy entretenida y trepidante esta de acción e intriga que sin embargo no me dijo gran cosa (nota: 5), aunque muy bien hecha e interpretada. Para pasar el rato tan solo por lo que a mí respecta, sin nada especial a destacar en su trama relativamente convencional. Acción algo claustrofóbica, pues se desarrolla mayormente en el interior del furgón. Amén de tener elementos de otras películas del género, incrustados cual retales a modo de patchwork, en cierto modo, por eso de varias personas encerradas en un furgón policial obligadas a entenderse para sobrevivir, me recordó a una estupenda película egipcia que vi hace pocos años, "Clash" ("Eshtebak", 2016), de Mohamed Diab.
Ahora unas citas de sabiduría ajena que tal vez liberen nuestras mentes de su eventual aterimiento que las inmoviliza:
- "Helada en abril, hambre todo el año". (Refrán).
- "Cuando el tiempo se estanca, nuestro cuerpo y nuestra mente quedan como en suspenso. No tenemos nada que hacer. Sin embargo, no hay sensación más dura, irritante y ponzoñosamente fatigante que sentir en lo más íntimo de tu ser que estás encerrado y no tienes nada que hacer". (Kenzaburo Oé).
- "Lo que destruye las posibilidades de la vida es permanecer siempre enteros en la cárcel de nuestros pequeños ideales, sin generosidad y sin ardor, mientras el sol ilumina la tierra alrededor de nuestra casa". (Maurice Maeterlinck).
Besos y abrazos,
Don.
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