martes, 20 de abril de 2021

Embriagador matutino sin embriaguez

¡Buenos días!

Embelesados todos mis sentidos tanto por la primavera que me inunda como por estos matutinos que enajenan levemente mi entendimiento, no tanto como para perderlo, pero lo suficiente como para exacerbarlo, vuelvo esta mañana a darme otro chutazo de ellos, con mesura, ¡qué yo controlo, eh!... malo, malo, malo, que cuando se dice eso es que ya no tiene remedio, es que ya estás enganchado, así que lo asumo sin excusas, que lo estoy a estos matutinos y a la primavera que ya rezuma por mis poros... adolescentes espinillas incluidas, por poco que adolezca ya a estas alturas de mi vida. Pues las nubes de ayer siguieron apretándose, y a saber que se metieron entre pecho y espalda, no sé si unas pintas, pero ya se mean con leve incontinencia encima de nosotros... solo algunas gotas desperdigadas aquí y allá, con el sol amagando por salir de nuevo. La máxima prevista para hoy por los madriles será de 18ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine (¡ya estaba tardando en volver!) viendo "Otra ronda" ("Druk", 2020), de Thomas Vinterberg, y con Mads Mikkelsen, Thomas Bo Larsen, Magnus Millang, Lars Ranthe, y Maria Bonnevie. De este magnífico director danés había visto seis de sus anteriores films: "La comuna" ("Kollektivet", 2016), "Lejos del mundanal ruido" ("Far from the madding crowd", 2015), "La caza" ("Jagten", 2012), "Submarino" (2010), "Querida Wendy" ("Dear Wendy", 2004), y "Celebración" ("Festen", 1998).

Cuatro profesores de instituto, amigos, cansados de su monótona vida y trabajo, están de cena para festejar el cumpleaños de uno de ellos, y bien empapados en alcohol, y hablan de la teoría de un filósofo nórdico que postula que el hombre necesita al menos mantener una determinada tasa de alcohol en su sangre (un 0,5 por ciento) para lograr un óptimo rendimiento mental y mejorar en todos los aspectos de su vida, y deciden probar esa teoría con ellos mismos, anotando todo lo que sucede desde entonces, a modo de experimento sociológico, con la norma de beber solo de día (de ocho de la mañana a ocho de la tarde) y nada por las noches y los fines de semana. Pero al poco, y dado el éxito inicial que consideran han tenido y que corrobora la teoría, esa cantidad de alcohol les parece poco y para seguir mejorando deciden aumentarla cada vez más...

Estupenda película (nota: 8), esta lúcida tragicomedia sin obnubilaciones etílicas, con hálito humorístico, como de etílica parranda, poliédrica, con variadas interpretaciones, y a mi parecer demoledor retrato sobre ciertas miserias de la sociedad danesa, y la occidental por extensión, en las que la cultura del alcohol, como drogadicción socialmente admitida, ahí sigue, transmitiéndose de generación en generación, aquí no de padres a hijos sino a través de los maestros, pues el alcohol todo lo empapa y a pesar de algún aparente y pequeño beneficio es mucho mayor el mal que genera, destruyendo personas, familias e incluso sociedades enteras.

Pues venga, la penúltima, con estas citas de sabiduría ajena acompañando a modo de aperitivo:

 - "Poca observación y muchas teorías llevan al error. Mucha observación y pocas teorías llevan a la verdad".  (Alexis Carrel).

 - "Borracha está la ladra: tres días ha que no perra".  (Refrán).

 - "En el naufragio de la borrachera, el amor propio es el único sentimiento que se mantiene a flote".  (Honoré de Balzac).

 - "Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una".  (Voltaire).

 - "La mayoría de los hombres persiguen el placer con tal apresuramiento que, en su prisa, lo pasan de largo".  (Sören A. Kierkegaard).

Besos y abrazos,

Don.

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