¡Buenos días!
¡Nooo!, no es que guarde un demonio en este matutino, sino que, tanto él como todos sus congéneres, me guardan y cuidan extraordinariamente bien. Me siento protegido bajo su tutela, y aprendo un montón gracias a ellos, subiendo mi nivel a cada matutino que voy pasando, a modo de pantalla cada vez más difícil de cualquier videojuego. Y otra mañana de nubes grises que nos protegen del sol, aunque nos empapen a base de chaparrones primaverales que de cuando en cuando caen, incluso cayendo agua a jarros por breve tiempo, con todo su aparato de rayos y truenos, especie de mágicos superpoderes que nos dejan inermes para empaparnos a placer. La máxima prevista para hoy volverá a ser de 18ºC por los madriles.
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una de animación. Se trató de "Guardianes de la noche: Tren infinito" ("Kimetsu no yaiba: Mugen ressha-hen", 2020), de Haruo Sotozaki. Es el primer largo de este director nipón, que es una continuación de una serie televisiva también dirigida por él, "Demon slayer: Kimetsu no yaiba" ("Kimetsu no yaiba", 2019), estando a su vez ambas basadas en un manga homónimo. Estrenada en cines japoneses durante la pandemia, a pesar de este "nimio" inconveniente, esta película se ha convertido en la más taquillera de toda la historia en Japón... si ya me parecía de otro planeta la gente de esas islas, pueblo fascinante a mis ojos por otra parte, esto les da otro empujoncito más en mi opinión.
Un grupo de tres amigos (y la hermana de uno de ellos), humanos con mágicos superpoderes (y demonia que busca su redención con la ayuda de su hermano), tras haber superado un periodo de entrenamiento para mejorar su nivel y lograr ser miembros de la Corporación de los Matademonios (hasta aquí lo sucedido en la serie televisiva, que no he visto), en su siguiente misión se suben a un tren para investigar la desaparición de varios humanos a manos de un demonio, el Demonio del Sueño, y hacerle frente en ese convoy de vagones en el que viaja escondido, para evitar que se lleve a sus viajeros. Lo harán con la ayuda de uno de los maestros de esa corporación, el Maestro de las Llamas.
No es película para mí (nota: 3) ésta de continuas luchas entre el bien y el mal, a pesar de estar muy bien hecha, no me gusta este tipo de cine, supongo que solo apta para fans incondicionales, especialmente entre las filas adolescentes, por mucho que sea japonesa, cine que admiro, también el de dibujos animados, que me suele encandilar... pero esta vez no. Además parecen dos películas independientes, dos capítulos alargados de una hora cada uno. Con lo que sucede en ellos, estos mismos japoneses te hacen una serie de al menos 52 capítulos de media hora cada uno, estirando situaciones más que un chicle, al estilo de los inacabables partidos de fútbol de la serie televisiva "Campeones", o las interminables luchas de la de "Dragon Ball" y sus secuelas (Z, GT, etc.), saga ésta con muchos puntos en común con la película hoy glosada, eternas series de cientos de capítulos en los que, como en todo buen culebrón que se precie, no pasa apenas nada en cada uno de ellos.
Los matutinos nos guarden de saltarnos la sección de sabiduría ajena, con este tren de citas que seguro iluminan la noche de nuestras entendederas:
- "A quien guarda su casa, su casa le guarda". (Refrán).
- "Debemos estar en guardia contra las circunstancias que intentan desviarnos de nuestro camino; la gloria de la naturaleza humana reside en nuestra capacidad para ejercer un control consciente sobre nuestro destino". (Winston Churchill).
- "El recuerdo del pasado es el juez en la vida del hombre. Feliz el que al mirar tras de sí halla un ángel guardián que le procura un aura de paz; desdichado quien, al ver el pasado, siente la amargura de un inútil arrepentimiento". (Jacques Bénigne Bossuet).
- "¿Quién guardará a los guardianes?". (Juvenal).
Besos y abrazos,
Don.
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