Me
la dicta, y la cumplo con sumo agrado, y viceversa, la especie de tácito
contrato, de igual a igual, casi que nupcial, que mantengo con mis matutinos.
Así que otra mañana más por aquí me paso para echar una charleta con vosotros y
socializar de buen grado. Vuelven a atemperarse los días, tras la rabieta casi
invernal que se nos cogió hace poco esta dulce primavera, y que hoy se nos
engalana, cual pizpireta novia, con nubosos rasos de blanco y radiante sonrisa
solar apenas velada por estos, que parece alejarla de cualquier fresca llantina
de pasados días, ya casi olvidadas. La máxima prevista para hoy es de 19ºC.
Toda una invitación al máximo disfrute vital.
Antes
de ayer por la noche estuve en el cine viendo "Invitación de boda"
("Wajib"), de Annemarie Jacir, y con Mohammed Bakri y Saleh Bakri. Es
el primer largo que veo de esta directora y guionista palestina.
Un
viejo profesor divorciado vive en Nazaret junto a su hija. De cara a la boda de
ella en pocas semanas, según la tradición palestina que dicta que los hombres
de la familia deberán repartir las invitaciones de boda casa por casa
personalmente, él deberá hacerlo junto a su hijo, que desde hace muchos años está
viviendo en Italia y al que desde entonces no ve. Las tiranteces pendientes
entre ambos se manifestarán en el transcurso de su periplo por las calles de la
ciudad.
Una
muy buena película (nota: 7) este drama familiar y comedia costumbrista del
que brota de vez en cuando cierta tensión socio-política sobre la situación de
los palestinos que viven en Israel, en contraste con los que viven en el
extranjero, a través de las discrepancias paterno-filiales, siempre desde el
sosegado afecto. También es una especie de road movie, más bien street movie,
en el que ambos acabarán por conocerse mejor a sí mismos, y el uno al otro,
gracias al contacto con los demás, y con ellos mismos. Sutil mirada femenina
sobre el comportamiento masculino, sus conflictos intergeneracionales y dos
modos de entender la vida, conservando las tradiciones o abriéndose al mundo.
Ahora
os invito a disfrutar de estas citas de sabiduría ajena, sin obligación por
vuestra parte de hacerlo:
- "Haga el hombre lo que debe, y venga lo
que viniere". (Refrán).
- "Convidar es asumir la responsabilidad
del bienestar del convidado durante el tiempo que está bajo nuestro
techo". (Anthelme Brillat-Savarín).
- "El único hombre que es realmente libre
es aquel que puede rechazar una invitación a comer sin dar una
excusa". (Jules Renard).
- "Aún no has cumplido todos tus deberes
si has omitido el de ser placentero".
(Charles Buxton).
Besos
y abrazos,
Don.
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