jueves, 17 de mayo de 2018

Matutino de madura sencillez

¡Buenos días!

Presumo que en este arrobador día de primavera reventona todo seguirá de un arrollador verdor, punteado por algún que otro colorido floral, cada vez más abundante, anuncio de futuras fructificaciones de aromática madurez. El sol, cada vez menos ostentoso tras las nubes que lo velan en parte, ayuda lo suyo en tales tareas, haciendo subir las temperaturas (máxima prevista para hoy de 26ºC), aunque no tanto como para sentir que el verano se nos viene encima, amarilleando y haciendo granar todo lo que le dejará esta revoltosa primavera.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Niñato", de Adrián Orr, y con David Ransanz, Oro Ransanz... Es el primer largo de este director. Es un documental, bueno, más bien podría decirse que es un docudrama, discurriendo por las difusas fronteras entre realidad cotidiana y ficción, rodado durante cinco años siguiendo la rutina de una familia un tanto especial, y por tanto, de una normalidad apabullante.

Un padre joven y soltero, desempleado, vive en casa de sus padres y se encarga del cuidado de su hija y de sus dos sobrinos, mientras trabaja su hermana, también madre soltera, quien vive en otra casa del mismo portal. Tras levantar, llevar al colegio, y recogerlos, darles de comer y ayudarles con los deberes y demás, en sus ratos libres compone música y algunas noches, bajo el nombre artístico de Niñato, va a un local de conciertos en su barrio, donde interpreta sus rimas y ritmos sincopados de hip-hop.

Película de mérito, de buenas maneras formales, pero no fácil de seguir (nota: 5) y con la que me costó conectar, pues apenas sucede más que el día a día de lo más normal, sin aditamentos, de un padre soltero que por sacar adelante a su prole, la suya y la de su hermana, casi que renuncia a su sueño de triunfar en la música, aunque no deje de componer y actuar a pequeña escala. Más que la historia de un rapero, es la de un abnegado progenitor que se desvive por la educación (de la buena) de sus sobrinos e hija.

Ahora unas citas de sabiduría ajena que he recogido bien maduras del árbol del buen conocimiento:

 - "Para un ser consciente, el existir consiste en cambiar, en madurar, en crearse indefinidamente a sí mismo".  (Henri Bergson).

 - "Los poetas inmaduros imitan; los poetas maduros roban; los malos estropean lo que roban, y los buenos lo convierten en algo mejor".  (T. S. Eliot).

 - "Nuestra juventud es decadente e indisciplinada. Los hijos no respetan ni escuchan ya los consejos de sus mayores. El fin de los tiempos está cerca".  (Grabado caldeo en piedra, año 2000 A.C.).

 - "Muchos jóvenes reclaman extrañamente ser ‘motivados’, piden más cursos, más formación permanente: a ellos corresponde descubrir para qué se los usa, como sus mayores descubrieron no sin esfuerzo la finalidad de las disciplinas".  (Gilles Deleuze).

 - "Todos los frutos maduran, pero el «pero» nunca".  (Refrán).

Besos y abrazos,

Don.
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