Son
ya muchos años de relación amorosa con mis matutinos y cada nuevo día renovamos
nuestro romance casi como si nos viéramos por primera vez, aunque poco a poco,
imperceptiblemente, los modos y maneras de llevarlo a cabo han ido cambiando.
Somos diferentes aunque ambos sigamos siendo los mismos. La primavera sigue
dulce y soleada, con máxima prevista de 27ºC para hoy, casi de sereno verano,
aunque parece que se nos cogerá un berrinche y es posible que llueva y truene
pasado el mediodía, cosas de su veleidoso carácter juvenil. En cuanto que se
nos vaya a la cama y se dé un revolcón de alcoba ya se reconciliará con
nosotros, y con ella misma, de cara a sucesivos días.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Amante por un día"
("L'amant d'un jour"), de Philippe Garrel, y con Éric Caravaca,
Esther Garrel, y Louise Chevillotte. De los muchos films de este veterano
director francés este es el primero que veo.
Una
joven veinteañera, rota sentimentalmente tras la ruptura con su novio, su
primer gran amor, con el que convivía y que la echó de casa, se planta con una
maleta en el hogar de su padre, profesor universitario, quien la acoge de buen
grado. Allí se encuentra que él lleva manteniendo una relación sentimental y
conviviendo desde hace unos meses con una de sus alumnas, de la misma edad que
ella. Tras superar, gracias a la ayuda de su recién madrastra, el inmenso dolor
anímico por su traumática separación, ambas intiman y comparten confidencias.
Una
buena película (nota: 6), de muy buena factura y bonita fotografía en
blanco y negro, y breve duración de 75 minutos (muy de agradecer), con algunos
momentos excelentes y que me cautivaron y otros que no, dejándome en general
una sensación algo indiferente, pues las tribulaciones amorosas de los tres
personajes principales, que cada uno vive y ve el amor de forma distinta, no me
acababan de llegar del todo. Historia de amor y desamor, de rivalidades
amorosas, de celos e infidelidades, de amores que van y vienen, de efusivos
amores de un día, muy carnales, o de otros más o menos duraderos sin saber muy
bien cuando llegará su final.
Ahora
unas citas de sabiduría ajena, con las que espero mantengáis algo más que un
escarceo amoroso:
- "Lo verdaderamente mágico de nuestro
primer amor es la absoluta ignorancia de que alguna vez ha de
terminar". (Benjamín Disraeli).
- "Esa necesidad de olvidar su yo en la
carne extraña, es lo que el hombre llama noblemente necesidad de
amar". (Charles Baudelaire).
- "Es más fácil quedar bien como amante
que como marido; porque es más fácil ser oportuno e ingenioso de vez en cuando
que todos los días". (Honoré de
Balzac).
Besos
y abrazos,
Don.
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