lunes, 22 de enero de 2018

Matutino mensajero que no quiere ser archivado

¡Buenos días!

Y mucho menos ser matado, como antaño se tenía por costumbre en rancias civilizaciones, así que seguiré siendo el vocero, cual si fuera un nada hermético Hermes, el dios griego de los mensajeros, de lo que me parezca bien y plazca anunciar, a mi libre albedrío, que para eso estamos en un lugar donde se supone la libertad de expresión. Y el sol inmaculado que hoy volverá a lucir parece que será el heraldo de otro día de placidísimo invierno, que hace barruntar la llegada de la aún lejana primavera, al menos si de la de calendario hablamos, lejos de la helada mañanera y con 15ºC de máxima prevista por los madriles para hoy.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Los archivos del Pentágono" ("The Post"), dirigida por Steven Spielberg, y con Meryl Streep (sublime actuación la suya) y Tom Hanks. De este director he visto la gran mayoría de sus films, casi todos. En concreto, de los de este siglo: "Mi amigo el gigante" ("The BFG. The Big Friendly Giant", 2016), "Lincoln" (2012), "Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio" ("The adventures of Tintin: Secret of the Unicorn", 2011), "Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal" ("Indiana Jones and the kingdom of the crystal skull", 2008), "Munich" (2005), "La terminal" ("The terminal", 2004), "Atrápame si puedes" ("Catch me if you can", 2002), "Minority report" (2002), y "A.I. Inteligencia Artificial" ("A.I. Artificial Intelligence", 2001).

En 1971 periodistas del New York Times tienen acceso a unos documentos secretos en los que se demostraba que durante décadas diversos gobiernos de los EE.UU. estuvieron engañando a su población sobre lo que estaba sucediendo en la guerra de Vietnam. Tras la publicación en junio de ese año de las primeras entregas periodísticas, fueron demandados judicialmente por la administración Nixon y se les prohibió seguir publicando más. Recogió el testigo el Washington Post, jugándose con ello su propietaria la continuidad de su empresa familiar, que estaba pasando por apuros económicos.

Una estupenda película (nota: 8), muy entretenida, en la que no decae la tensión y el interés por lo narrado, este thriller periodístico, también especie de dramatización, de muy altos vuelos, muy documental, y suponemos que muy bien documentada, de lo ocurrido. Con sutiles pinceladas de reivindicación feminista (y en contra de su ninguneo) se nos relata esta guerra por defender la libertad de expresión, plena de integridad periodística (que no integrismo, este más bien gubernamental, pleno de velos que ocultan sus miserias). Esta historia acaba justo cuando empieza la relatada en "Todos los hombres del Presidente" ("All the President's men", 1976) de Alan J. Pakula, sobre el caso Watergate. Y además puede verse como metáfora nada sutil de lo sucedido actualmente en la era del universal periodismo tuitero en la que el actual mandatario gringo parece un maestro de la falsificación de la realidad (down Trump-up)... y también en este país nuestro y sus fracciones (y también facciones), o en cualquier otro lugar.

Bueno pues ahí saco a la luz unas citas de sabiduría ajena que espero nos revelen verdades ocultas a nosotros y nos pongan en estado de rebeldía si tal fuera menester:

 - "Farautes y mensajeros no deben ser prisioneros".  (Refrán).

 - "El destino, el azar, los dioses, no suelen mandar grandes emisarios en caballo blanco, ni en el correo del Zar. El destino, en todas sus versiones, utiliza siempre heraldos humildes".  (Francisco Umbral).

 - "El temor es un educador de gran sagacidad y el heraldo de todas las revoluciones".  (Ralph W. Emerson).

Besos y abrazos,

Don.
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