¡Buenos
días!
Pues
en última instancia va a ser que no, no quiero que lleguen a su término,
encantado con el trayecto recorrido mientras tanto, esperando que ocurra lo que
sea menester, que será más o menos bien recibido, según su mayor o menor
bondad, pero siempre aceptado con serenidad. Y estos dulcísimos días de
invierno parecen querer llegar a ser de primavera, casi instando a que llegue
antes de su tiempo de calendario, que tenemos otro soleado y plácido día, con
15ºC de máxima prevista y lejos de toda helada mañanera.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Zama", de
Lucrecia Martel, basado en la novela homónima de Antonio di Benedetto, y con
Daniel Giménez Cacho. Cuarto largo de esta directora argentina, de quien había
visto su segundo, "La niña santa" (2004).
Diego
de Zama es un funcionario español al servicio de la Corona que a finales del
siglo XVIII imparte justicia a las órdenes del gobernador de una remota
provincia colonial en los límites con Brasil. Lleva años esperando su traslado
a España para reunirse con su mujer e hijos pero todas sus solicitudes caen en
saco roto, y poco a poco va perdiendo el favor de su jefe, y todas sus
pertenencias y a sí mismo. Para tratar de recuperar el honor perdido se enrola
en una partida de mercenarios para atrapar a un peligroso forajido.
Película
que me aburrió (nota: 3), podría decirse que soberanamente, que no
entendí y nada me dijo, desconcertante sobremanera. Sin embargo, exquisitas
maneras formales, de muy hermosa fotografía casi pictórica, entre estática y
con leve movimiento. Retrato intrínsecamente existencial, absurdo, kafkiano,
onírico, algo delirante y alucinado el de este lacónico y atormentado personaje
que anhela volver a su casa y que acepta estoicamente todo lo que le viene
encima, frustración incluida por no ver cumplidos sus deseos, continuamente desesperanzado
y permanentemente empantanado en su propia ciénaga.
Pues
cuando este matutino ya casi llegó a su destino, a su sección de sabiduría
ajena, os traslado estas citas que espero sean de vuestro interés e insten a
nuestras entendederas a no estancarse:
- "Quien espera, desespera; y quien
viene, nunca llega". (Refrán).
- "Muchas veces, en muchos casos, es una
gran piedad no dar esperanzas".
(Amado Nervo).
- "El bien, buscarlo; y el mal,
esperarlo". (Refrán).
Besos
y abrazos,
Don.
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