¡Buenos
días!
Aunque
no sé de cual, si de uno, de los dos, de todos, o de ninguno, que tal vez sean
como los ángeles, asexuados. Así que da igual, no nos pelearemos por ello,
dejémosles ser como quieran ser, y cada uno a disfrutar con lo que tiene. Como
de este fresco día de otoño, de madrugada fría, sin excesos, sol a raudales y
máxima prevista para hoy de 15ºC por los madriles, todo muy bien avenido, por
mucho que deseemos algo más de revolución otoñal, con las típicas borrascas de
la estación, pero esto es lo que hay, y casi seguro que en días venideros será
otra cosa.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "La batalla de los sexos"
("Battle of the sexes"), de Jonathan Dayton y Valerie Faris, y con
Emma Stone (tan estupenda como siempre) y Steve Carell. Es el tercer largo de
esta pareja de directores, de quienes había visto sus dos muy recomendables anteriores,
"Ruby Sparks" (2012), y "Pequeña Miss Sunshine" ("Little Miss
Sunshine", 2006).
A
principios de los años 70 las tenistas se sublevaron contra los estamentos
directivos de ese deporte reclamando cobrar los mismos premios que los hombres
pues llevaban similar cantidad de público a las canchas. Ante los oídos sordos
decidieron asociarse por su cuenta, creando la WTA, y formar su propio circuito
de torneos a espaldas de los establecidos. A la cabeza de ellas, la número uno
del momento, Billie Jean King. Aprovechando la ocasión, un anterior número uno
mundial de ese deporte, Bobby Riggs, todo un machista fanfarrón ya entradito en
años (55), decide retar a cualquier mujer que se atreva a enfrentarse a él por
un jugoso premio y determinar si las féminas debían ser merecedoras de tal
igualdad salarial. Al final terminó por aceptar el reto la número uno (29
años), y enseguida se montó un monumental circo alrededor de ese partido
(disputado en 1973), anunciado a bombo y platillo como el título del film, y
que llegó a ser uno de los acontecimientos deportivos con mayor audiencia en
toda la historia.
Una
buena película (nota: 6) que no solo va de cuestiones deportivas, sino
también de amor, de reivindicación feminista, de lucha por la igualdad, y por
la no discriminación por la orientación sexual que cada cual tenga a bien
llevar en su ser, esta más soterrada. Relativamente convencional en sus maneras
y de crítica social poco afilada pero eficaz, pues una sutil dejada puede ser
tan efectiva o más que un contundente mate, la vi con agrado, con algunos
momentos muy logrados, y otros más normalitos. Casi lo mejor, las historias de
amor de ambos protagonistas, dando la película mayor relevancia a la de ella,
cada uno luchando por lo suyo, debatiéndose consigo mismos, a sus respectivas
maneras.
Ahora
unas citas de sabiduría ajena, con la que no sé si dirimiremos el sexo de los
ángeles, pero da lo mismo:
- "El deporte es una estilización de la
guerra". (Francisco Umbral).
- "El amor es el único deporte que no se
suspende por falta de luz". (Noel
Clarasó).
- "No son los dos sexos superiores o
inferiores el uno al otro. Son, simplemente, distintos". (Gregorio Marañón).
- "Cuando hombres y mujeres se ponen de
acuerdo, las conclusiones deben ser las mismas, pero los motivos
diferentes". (George Santayana).
Besos
y abrazos,
Don.
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