lunes, 27 de noviembre de 2017

Tierra de matutinos

¡Buenos días!

Sí, por estos lares se me dan bien, me crecen y procrean casi divinamente, sin que tenga mucho que laborar por ellos, ni por supuesto orar, pero tengo que esforzarme en teclearlos, sin llegar a partirme el lomo, y dejarme querer para que me vengan y puedan salir al mundo lo mejor posible. Y seguimos de temporada de otoño, o eso se supone, pero no lo parece, que no cae agua del cielo, por mucho que miremos a él buscando alguna nube, que las escasas que vienen lo hacen ya enjugadas, aunque las temperaturas ya se van pareciendo más a lo normal, con madrugadas rayanas en la helada, por los pelos, y máxima prevista para hoy de 12ºC.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Tierra de Dios" ("God's own country"), de Francis Lee, y con Josh O'Connor y Alec Secareanu. Es el primer largo de este director británico.

Un joven solitario y hastiado del duro trabajo que ejecuta de sol a sol en la granja familiar, en la que vive junto con su abuela y padre lisiado tras un derrame cerebral, se emborracha compulsivamente y hasta el desmayo cada fin de semana en el pub del pueblo cercano, a la par que busca relaciones sexuales esporádicas en las que descargar su frustración vital. Dado el impedimento de su padre, contratan a un inmigrante rumano como trabajador eventual para que les asista durante la temporada de partos de sus ovejas. La labor diaria hará que surja entre ellos un fuerte vínculo emocional que irá más allá de las primeras e impulsivas pulsiones sexuales.

Una película que no me llegó del todo (nota: 5), salvo en algunos momentos sueltos hacia el último tercio del metraje, de gran belleza tanto por su fotografía de baldíos terrenos como por lo que tratan. Historia de amor a trompicones, tierna y áspera a la vez, que relata el aprendizaje emocional de uno de los protagonistas a través de sus luchas interiores para tratar de aceptarse a sí mismo. En parte me recordó a "Brokeback mountain" (2005) de Ang Lee, por eso de los amoríos homo entre ovinas manadas, que es como más o menos empiezan ambas, aunque luego desvíen algo sus derroteros.

Pues ya hemos entrado en la propiedad de la sabiduría ajena, en la que os dejo unas cuantas citas, no sé si cual ovejas descarriadas, para que saquéis de ellas el mejor aprovechamiento que podáis:

 - "Eres de la raza del sol: moreno, ardiente y oloroso a resinas silvestres".  (Dulce María Loynaz).

 - "Tal vez estemos en este mundo para buscar el amor, encontrarlo y perderlo, una y otra vez. Con cada amor volvemos a nacer y con cada amor que acaba se nos abre una enorme herida. Yo estoy llena de mis orgullosas cicatrices".  (Isabel Allende).

 - "Sigo pensando que los amores no correspondidos son la droga natural más potente de este mundo. Tanto de los que los sienten como de los que no los corresponden... Todos siempre acaban sufriendo, pero vuelven a caer en sus redes".  (Albert Espinosa).

Besos y abrazos,

Don.
_____

No hay comentarios: