¡Buenos
días!
Sí,
por estos lares se me dan bien, me crecen y procrean casi divinamente, sin que
tenga mucho que laborar por ellos, ni por supuesto orar, pero tengo que esforzarme
en teclearlos, sin llegar a partirme el lomo, y dejarme querer para que me
vengan y puedan salir al mundo lo mejor posible. Y seguimos de temporada de
otoño, o eso se supone, pero no lo parece, que no cae agua del cielo, por mucho
que miremos a él buscando alguna nube, que las escasas que vienen lo hacen ya
enjugadas, aunque las temperaturas ya se van pareciendo más a lo normal, con
madrugadas rayanas en la helada, por los pelos, y máxima prevista para hoy de
12ºC.
Este
fin de semana estuve en el cine viendo "Tierra de Dios"
("God's own country"), de Francis Lee, y con Josh O'Connor y Alec
Secareanu. Es el primer largo de este director británico.
Un
joven solitario y hastiado del duro trabajo que ejecuta de sol a sol en la
granja familiar, en la que vive junto con su abuela y padre lisiado tras un
derrame cerebral, se emborracha compulsivamente y hasta el desmayo cada fin de
semana en el pub del pueblo cercano, a la par que busca relaciones sexuales
esporádicas en las que descargar su frustración vital. Dado el impedimento de
su padre, contratan a un inmigrante rumano como trabajador eventual para que
les asista durante la temporada de partos de sus ovejas. La labor diaria hará
que surja entre ellos un fuerte vínculo emocional que irá más allá de las primeras
e impulsivas pulsiones sexuales.
Una
película que no me llegó del todo (nota: 5), salvo en algunos
momentos sueltos hacia el último tercio del metraje, de gran belleza tanto por
su fotografía de baldíos terrenos como por lo que tratan. Historia de amor a
trompicones, tierna y áspera a la vez, que relata el aprendizaje emocional de
uno de los protagonistas a través de sus luchas interiores para tratar de
aceptarse a sí mismo. En parte me recordó a "Brokeback mountain" (2005) de Ang Lee, por eso de los
amoríos homo entre ovinas manadas, que es como más o menos empiezan ambas,
aunque luego desvíen algo sus derroteros.
Pues
ya hemos entrado en la propiedad de la sabiduría ajena, en la que os dejo unas
cuantas citas, no sé si cual ovejas descarriadas, para que saquéis de ellas el
mejor aprovechamiento que podáis:
- "Eres de la raza del sol: moreno,
ardiente y oloroso a resinas silvestres".
(Dulce María Loynaz).
- "Tal vez estemos en este mundo para
buscar el amor, encontrarlo y perderlo, una y otra vez. Con cada amor volvemos
a nacer y con cada amor que acaba se nos abre una enorme herida. Yo estoy llena
de mis orgullosas cicatrices".
(Isabel Allende).
- "Sigo pensando que los amores no
correspondidos son la droga natural más potente de este mundo. Tanto de los que
los sienten como de los que no los corresponden... Todos siempre acaban
sufriendo, pero vuelven a caer en sus redes". (Albert Espinosa).
Besos
y abrazos,
Don.
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