jueves, 3 de noviembre de 2016

Extraña curación en este multiverso matutino

¡Buenos días!

No, no es que me ponga a sanar por doquier a base de recitar múltiples poemas, es que estos matutinos de múltiples facetas siempre me curan de algo del modo más insólito, cosa para meditar que ya ni me extraña, cual si plegaran el espacio-tiempo y me dejaran tan bien como antes de mi eventual mal. El tiempo, el meteorológico, parece haber entrado en un extraño bucle, cual día de la marmota, en estos días de descafeinado otoño, con temperaturas más altas de lo normal para noviembre, un día tras otro, hoy de nuevo con 20ºC de máxima prevista y calma chicha desconcertante... cosas de la inversión térmica, que además nos poluciona y enferma más todavía.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Doctor Strange (Doctor Extraño)" ("Doctor Strange"), de Scott Derrickson, y con Benedict Cumberbatch, Chiwetel Ejiofor, Rachel McAdams, Mads Mikkelsen, y Tilda Swinton. De este director tan sólo había visto uno de sus anteriores films, "Ultimátum a la Tierra" ("The day the Earth stood still", 2008).

Un prestigioso y arrogante neurocirujano sufre un grave accidente de coche que le inhabilita su más preciada herramienta, sus precisas y preciosas manos. Desahuciado por la medicina tradicional, busca y encuentra la cura, no del modo que él esperaba, en un extraño monasterio del Himalaya donde le abrirán los ojos ante un oculto mundo de dimensiones mágicas y aprenderá a usar artes esotéricas y a manejar sus poderes psíquicos -manipulando el tiempo a su voluntad- para luchar contra los malvados que acechan más allá del mundo físico y de sus leyes.

Una película ni fu ni fa (nota: 4) esta nueva adaptación de otro cómic de la Marvel -sus autores parece que se hubieran tomado un psicotrópico al escribirlo-, sobre un extraño superhéroe con poderes sobrenaturales, esta vez sólo mentales. Este delirio podría haber sido un absoluto desparrame, anduvo en el filo, pero pasé un rato más o menos entretenido y divertido, con su buena factura técnica y momentos de humor, a pesar de momentos que destilaban ideas que chirriaban en mis entendederas, cual si tratara de doblar una esquina oxidada o todo un universo desvencijado... Cosas del esoterismo de fenómenos "para anormales" y sus iluminados gurús, y de la heroica epopeya patriotera que justifica lo injustificable y sus iluminados gurús, patrioterismo algo camuflado, o levemente diluido en esta ocasión, cual si se tratara de una mala medicina homeopática, siempre cosa muy antipática para mí (lo del esoterismo, la epopeya y la homeopatía).

Una advertencia, no, que no va sobre efectos secundarios adversos si la veis, aunque seguro que a alguno se le manifiestan, sino de que entre los títulos de crédito final hay dos bonus extra que harán las delicias de los frikis adictos a los cómic Marvel, uno al poco de comenzar estos, y otro al final-final, en el que se amenaza con continuar la saga... Esto me dio más miedo que el mismísimo malo-malísimo de la película.

Ahora os receto unas citas de sabiduría ajena, no sé si extraña manera de calmar nuestras ansias por saber más y más:

 - "Es extraño, pero es verdad, porque la verdad es siempre extraña, más extraña que una ficción".  (Lord Byron).

 - "El tiempo físico nos es extraño, mientras el tiempo interior es nosotros mismos".  (Alexis Carrel).

 - "Existen algunos momentos y ocasiones extrañas en este complejo y difícil asunto que llamamos vida, en que el hombre toma el universo entero por una broma pesada, aunque no pueda ver en ella gracia alguna y esté totalmente persuadido de que la broma corre a expensas suya".  (Herman Melville).

Besos y abrazos,

Don.
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