jueves, 20 de octubre de 2016

¡Ojo al dato!, no es un secreto, esto es un matutino

¡Buenos días!

Siempre miro con despierta curiosidad, a pesar de eventuales legañas, todo lo que me rodea, mucho más desde esta atalaya matutina desde la que escruto con mayor nitidez, para luego reportarlo con luz y taquígrafos a través del mundo cibernético, sin encriptar gran cosa, si acaso por algún palabro algo críptico que pudiera utilizar. No es un secreto que estamos de otoño, y como tal, toca lluvias, a ratos algo de sol, cuando deja de esconderse tras las nubes, así que estemos atentos a los posibles chaparrones para tratar de ponerle remedio con un buen paraguas, que no es necesario ir más allá, ni sacarlo antes de que se nos precipiten las nubes.

Antes de ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Snowden", de Oliver Stone, y con Joseph Gordon-Levitt, Shailene Woodley, Melissa Leo, Zachary Quinto, Tom Wilkinson, Rhys Ifans, y Nicolas Cage. De este afamado y veterano director he visto bastantes de sus films, pero de los de este siglo sólo dos de sus anteriores, la espléndida y muy recomendable "Salvajes" ("Savages", 2012), y "Alejandro Magno" ("Alexander", 2004).

En 2013 Edward Snowden, un empleado de la CIA y la Agencia de Seguridad Norteamericana, experto informático, decide revelar a la prensa el masivo acceso a datos privados de ciudadanos anónimos y presuntamente inocentes por parte de esos organismos a lo largo y ancho de este mundo, además de a líderes mundiales y corporaciones rivales económicamente, con la excusa de luchar contra el terrorismo, cuando más bien parecía tratarse de mantener la supremacía económica mundial con malas artes. En la entrevista mantenida con los periodistas en una habitación de hotel, desvela sus peripecias desde 2004 hasta ese momento. Esto provocará que tenga que renunciar forzosamente a su carrera, a su novia y a su patria.

Buena película (nota: 6) este entretenido thriller político con cierto suspense que me mantuvo el interés, y me dio bastante que pensar, a pesar de ser algo convencional y de que al final parece todo de color de rosa, pues se dice que la administración norteamericana dice haber eliminado esos programas de vigilancia masiva e indiscriminada, cosa que no me creo. Además son de una hipocresía supina, pues si reconocen que estuvo mal, que fue una inmoralidad, ¿por qué siguen empeñados en capturar y juzgar a Snowden por traición a su patria si lo que hizo fue denunciar unos hechos constitutivos de delito y negarse a cooperar en ese malévolo plan? Si no lo hubiera hecho y sucediera el futurible de unos juicios estilo Núremberg contra esos líderes que fomentaron ese crimen, ¿también le condenarían por haber colaborado con ello?... ¡todo un absurdo!

Bueno, que no sé si desbarro, volvamos al redil, no sé si embarrado, pero sin demasiada docilidad, todo sea dicho. Esta historia de big data recopilados por el big brother, todo muy orwelliano, me recordó en cierto modo a dos films que vi la década pasada: la excepcional "La vida de los otros" ("Das leben der anderen", 2006) de Florian Henckel von Donnersmarck, y "Minority report" (2002) de Steven Spielberg.

Ahora un poco de sabiduría ajena, que espero sepáis descifrar para mejor entender la maraña de datos que nos rodean y a veces confunden:

 - "La vida es el arte de sacar conclusiones suficientes a partir de datos insuficientes".  (Samuel Butler).

 - "A veces conviene cerrar un ojo, pero no es prudente cerrar ambos a la vez".  (Arturo Graf).

 - "Con el amigo incierto, un ojo cerrado y el otro abierto".  (Refrán).

 - "Consulta el ojo de tu enemigo, porque es el primero que ve tus defectos".  (Antístenes).

 - "Hay que vigilar a los ministros que no pueden hacer nada sin dinero y a aquellos que quieren hacerlo todo sólo con dinero".  (Indira Gandhi).

 - "La vigilancia no tiene que ver con la seguridad, tiene que ver con el poder".  (Edward Snowden).

 - "Nunca el honor se perdió mientras que duró el secreto".  (Félix Lope de Vega).

Besos y abrazos,

Don.
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