lunes, 12 de septiembre de 2016

No es tarde para los matutinos

¡Buenos días!

No nos enfademos, que llegan en su justo momento, en la temprana mañana, como debe ser, como casi siempre, sin dar la menor opción a que la tarde se nos venga encima (lejos de cualquier venganza) y se nos reconviertan en vespertinos, aunque eso alguna vez ya sucedió, pero lo fue de manera natural. Como natural es que en verano haga calor, aunque ya no tanto, que el cambio de estación está muy cerca, y a partir de mañana bajarán las temperaturas, y mucho, desde los treintaitantos en que estamos últimamente de máximas; e incluso lloverá. Así que parece que el otoño vendrá sin tardanzas.

Este fin de semana estuve en el cine viendo una estupenda película que os recomiendo. Se trató de "Tarde para la ira", de Raúl Arévalo, y con Antonio de la Torre, Luis Callejo, y Ruth Díaz. Es el debut como director de este espléndido actor, que también es el guionista del film.

Unos hombres atracan una joyería, y en la huida es detenido por la policía tan sólo el conductor del coche que esperaba fuera al resto para escapar. Ocho años después sale de prisión con la ilusión de reemprender su vida junto a su mujer e hijo. Sin embargo no se encuentra exactamente lo que espera, y además, un desconocido que por allí pulula le obligará a enfrentarse a los fantasmas de su pasado.

Espléndida película (nota: 8), muy intensa pero contenida, un inquietante thriller muy bien narrado, duro y seco, potente y contundente, a la par que reflexivo, y que engancha desde su mismo arranque, con furia. Thriller con maneras de cine negro, de western sucio, y de road movie, en busca de una venganza cocida a fuego lento entre las entrañas durante años y que revienta de repente con extremada violencia... violencia que sin embargo apenas aparece explícitamente salvo en una escena (o dos), en un sequísimo ramalazo de violencia desmedida, cruda y áspera, no necesita de más para absorbernos, al poco de un sorpresivo giro de la trama (para lo cual es necesario que no sepáis mucho previamente de ella).

Excelentes interpretaciones en este relato de una obsesión visceral, plena de resentimiento y rencor, y mucho odio, que se desparrama en una muy tardía venganza maquinada con paciente meticulosidad durante años, y sin sentido (jamás lo tiene). También destila el cómo somos, que somos capaces de hacer lo que sea (bueno o malo) por nuestros seres queridos. En ciertos pasajes me recordó a la magistral película "La caza" (1966), de Carlos Saura.

Se acaba este matutino, se irá sin ira, y antes de que pudiera convertirse en vespertino, sin la menor tardanza, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena:

 - "La razón trata de decidir lo que es justo. La cólera trata de que sea justo todo lo que ella ha decidido".  (Séneca).

 - "La justicia es la venganza del hombre social, como la venganza es la justicia del hombre salvaje".  (Epicuro).

 - "A la ira y al enfado, darles vado".  (Refrán).

 - "Aunque te aconsejes tarde,
mira, oh joven imprudente,
que ser con ira valiente
no es dejar de ser cobarde".  (Pedro Calderón de la Barca).

Besos y abrazos,

Don.
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